Las expectativas económicas de la comunidad aragonesa parecen haber dado un paso muy importante con la confirmación de que Zaragoza organizará la Exposición Internacional del 2008. Así, al menos, lo puso de manifiesto ayer el consejero de Economía del Gobierno de Aragón, Eduardo Bandrés, que se mostró tajante: "las expectativas ahora son mucho mejores que hace una semana". Y ello se trasladará en una mayor inversión, más volumen de negocio y actividad, así como en la generación de nuevos puestos de trabajo.

Sin embargo, esto no sucederá hasta el año 2006, según indicó Bandrés, puesto que el próximo año "el impacto existirá, pero no sobre la inversión sino sobre las expectativas". De momento, "no es posible cuantificar el efecto Expo durante el 2005" --año que se centrará en la planificación-- aunque "la economía aragonesa no crecerá el próximo año más del 3,2%, incluída Expo", sostuvo Bandrés.Pese a ello, el titular de Economía del Ejecutivo autónomo también quiso subrayar que, a todos estos factores se añade el efecto que se produce la celebración de un acontecimiento de este nivel sobre la imagen de Aragón. Algo que influirá en el turismo, en los grandes proyectos y en sectores importantes como la logística, las energías renovables y las nuevas tecnologías.