Más afluencia de visitantes será igual a más ventas. Así lo destacaron ayer varios expositores de la Feria Internacional de la Maquinaria Agrícola de Zaragoza (FIMA), que aseguraron que la previsión de la organización del certamen de batir récord de visitantes se va a cumplir y va a traducirse en un incremento en las ventas. Si en la jornada inaugural fue el Rey el que acaparó la atención, el miércoles y el jueves fue la maquinaria la protagonista de unos pabellones abarrotados.

«Estos días he notado que hay mucha más gente que otras ediciones. Los tractores se llevan toda la atención», explicó ayer un representante de la marca Valtra, filial de la firma AGCO, que aseguró que «la feria genera muchas ventas» y este año prevé aumentarlas por «la alta afluencia».

Valtra, como la mayoría de firmas, tienen en su política no cerrar las operaciones en la propia FIMA: «La venta de maquinaria es muy estacional pero en los años de feria, a final de febrero y marzo, se cierran muchas operaciones de venta que se reflejan al final del primer semestre del año». Sus principales clientes son «del Valle del Ebro», concretamente Aragón, La Rioja, Navarra y Cataluña. En la empresa andaluza Torpedo sucede parecido. Aunque fuentes de la firma reconocieron que el miércoles cerraron dos ventas, «lo normal es que los profesionales se acerquen solo a preguntar».

En Solano siguen una política parecida. «En la feria es difícil cerrar ventas, aunque nosotros no vendemos directamente a particulares, sino a distribuidores», señaló un representante de la marca murciana. Sin embargo, aseguró que la afluencia este año «es impresionante» y valoró positivamente que la mayoría de visitantes «son profesionales con un interés verdadero en el producto».

La empresa oscense Maquinaria Nadal tiene una perspectiva diferente, ya que la FIMA es «un escaparate para enseñar a los productores las novedades». «No cerramos muchas ventas, la gente viene, pregunta, se va a la empresa de al lado y compara», indicó un comercial de la firma. Por otro lado, destacó que las ventas del año se comportan diferente cuando hay feria. «Los años en los que no hay FIMA, se vende poco a poco, este año en torno a marzo se cierran prácticamente todas las operaciones», agregó.