La expresidenta del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) y ahora vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Ana María Martínez-Pina ha indicado que las "deficiencias" detectadas en los trabajos de auditoría de Deloitte sobre Bankia en los estados de marzo y de junio de 2011 pudieron impactar sobre la imagen fiel que esos informes debían reflejar.

Durante su interrogatorio en el juicio que investiga la salida la existencia de irregularidades en la salida a bolsa de Bankia en julio de 2011 y que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) desde el pasado mes de noviembre, Martínez-Pina ha asegurado que Deloitte no cumplió con las normas técnicas contables de auditoría en la realización de estos trabajos.

El ICAC abrió en el 2013 un expediente administrativo a Deloitte por los trabajos de auditoría de Bankia de los estados financieros resumidos consolidados de la entidad a cierre de marzo del 2011 y a cierre de junio del 2011. Finalmente, el Instituto multó a la auditora con 10,4 millones de euros, pese a que la multa inicial fue de 12,8 millones.

NINGUNA PRUEBA REALIZADA

Según ha explicado la actual vicepresidenta de la CNMV, Deloitte no hizo ninguna prueba para verificar si la nueva situación de crisis económica tenía impacto en la valoración de los activos y pasivos de Bankia. "Ese trabajo no estaba documentado, con lo cual esas valoraciones no se habían revisado adecuadamente", ha dicho.

También considera que se partió de unos saldos que no fueron objeto de la "verificación adecuada y suficiente" que exige la normativa de auditoría, mientras que tampoco se habían analizado correctamente el importe de algunas partidas, riesgos y deterioros.

"Evidentemente, si no se revisa el importe del activo financiero, su riesgo asociado y deterioros, puede darse que esas cuentas no reflejen la imagen fiel", ha remarcado la testigo ante la sección cuarta de la sala de lo Penal.

De igual forma, Martínez-Pina ha señalado como deficiente la selección de la muestra escogida por Deloitte del balance de Bankia, ya que, además de que no se determinó de acuerdo a la normativa, se seleccionaron activos concretos que eran "poco" significativos y proporcionados" con el total de créditos que tenía el banco.