La factura de la luz ha bajado un 4,94 % en enero con respecto a diciembre para un consumidor medio acogido a la tarifa regulada, o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), lo que, a su vez, representa una caída en el precio del 14,8 % en comparación con el mismo mes del año pasado, cuando registró su importe más alto del 2017.

Ya cerrado el mes de enero de 2018, la factura eléctrica para un consumidor tipo -con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (250 KWh al mes)- se ha situado en 58,79 euros, 2,91 euros menos que en diciembre, cuando alcanzó los 61,70 euros. La diferencia con respecto a enero de 2017, en que el recibo para ese mismo tipo de consumidor fue de 67,49 euros, es de 8,7 euros menos.

El descenso en el primer recibo mensual de la luz de 2018 se debe a la mejor coyuntura en este inicio de año respecto a la vivida en enero de 2017. Entonces la parte no regulada del recibo (la regulada lleva ya cinco años congelada) se disparó al alza por la subida del precio del gas natural y por los problemas de una regasificadora en Argelia. Además, en España, en enero del año pasado confluyeron otros factores que encarecieron la electricidad, como la baja producción hidráulica y eólica y el parón de 16 centrales nucleares en Francia.

En enero del presente año, la producción hidráulica -la más barata- sigue siendo muy baja por la escasez de reservas hídricas, si bien la eólica ha aportado este mes el 24,7 % de toda la producción, seguida por la nuclear, con un 23,7 %, y las centrales de carbón, con un 1,41 %, según datos de Red Eléctrica de España (REE).

En el mercado mayorista los precios también han sido mucho menores en enero de este año, con una media de 49,98 euros el megavatio hora (MWh), frente a la media mensual de 71,49 euros/MWh del mismo mes de 2017, según datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE).