Fagor Ederlan Group ha inaugurado este lunes en Bergara (Gipuzkoa) una nueva planta de aluminio a baja presión, que cuenta con 220 empleados y en la que la cooperativa ha invertido 55 millones de euros para su desarrollo completo. El lehendakari, Iñigo Urkullu, y la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, han presidido el acto de inauguración de estas instalaciones, al que han asistido también numerosos representantes del ámbito empresarial, entre ellos el presidente de la Corporación Mondragón, Iñigo Ucín, y el presidente y el director general de Fagor Ederlan, Aitor Axpe y Juan Mari Palencia, respectivamente.

La nueva factoría, que ocupa el espacio de la antigua Geyser Gastech, está especializada en la fabricación de componentes de suspensión en aluminio a baja presión y fabricará anualmente 1,7 millones de piezas para abastecer a las marcas de automóvil 'premium' del mercado, como BMW, Daimler y Jaguar LandRover, ha informado Fagor Ederlan en un comunicado.

La nueva fábrica de Bergara es la "planta icono" en desarrollo tecnológico en aluminio baja presión de este grupo empresarial, junto con sus otras tres plantas gemelas en activo, una en México, otra en China y otra en Arrasate (Gipuzkoa).

EJEMPLO DE TRANSFORMACIÓN

Urkullu ha puesto como ejemplo de transformación a Fagor Ederlan, empresa que ante la crisis de la industria y el sector de la automoción responde con inversión, innovación, internacionalización y la nueva industria del futuro. "Sois un ejemplo de transformación en positivo", ha recalcado. El director general de Fagor Ederlan, por su parte, ha subrayado la capacidad de adaptación de esta firma que ha sabido responder a las exigencias de clientes como BMW y Mercedes en un sector como el del automóvil que se encuentra en "plena transformación".

El Grupo Fagor Ederlan cuenta actualmente con más de 4.500 empleados -2.500 de ellos en Gipuzkoa- y 18 plantas productivas repartidas en cinco países: once en España (10 en Euskadi y una en Navarra), dos en México, dos en Brasil, dos en China y una en Eslovaquia. Este grupo cooperativo facturó 657 millones de euros en el 2018 y maneja una previsión de cierre de ventas para este año de 700 millones, lo que supone un incremento del 6%. Además, para 2022 espera superar los 750 millones de euros.