Cerca de 213.800 pequeñas y medianas empresas (pymes) crearían 713.000 puestos de trabajo en los próximos tres años si lograsen acceder al crédito que necesitan, lo que supone el 15% de las que buscan financiación para inversión, circulante o procesos de expansión, según la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca SGR-CESGAR. El informe sobre 'Financiación de la Pyme en España', elaborado por SGR-CESGAR, apunta que actualmente, a pesar de las mejoras en el acceso a la financiación, a una de cada dos empresas se les ha solicitado un aval o garantía, siendo éste el principal obstáculo de las pymes para acceder al crédito.

Los datos del estudio, basado en algo más de un millar de encuestas, reflejan que en el 2018, el 36,5% de las pymes ha tenido necesidades de financiación la haya buscado o no, frente al 31,3% que se registró en 2017. Para eludir las dificultades de financiación, las pymes españolas recurren a mecanismos de financiación del circulante, es decir, recurren al crédito comercial o de proveedores. El 37,6% de las empresas recurren a este mecanismo, seguido por la línea de crédito (28,2%) y por el crédito bancario (20,6%). Otros mecanismos de financiación son utilizados en menor medida, como el leasing y el confirming (14,1% y 8,6%, respectivamente). Los avales y otras garantías de sociedades de garantía recíprocas fuerotn tilizadas por el 8,1% de las pymes. Los créditos del ICO tienen un peso de solo el 4,6% de las firmas de la muestra. La financiación no bancaria es solo utilizada por el 0,2% de las pymes.

Por sectores, las mayores necesidades de financiación se concentraron en las actividades relacionadas con el transporte y correos, construcción, servicios a las empresas e industria. En cuanto a las vías de financiación, el crédito de proveedores, la línea de crédito y los préstamos bancarios son los productos financieros más utilizados por las pequeñas y medianas empresas. En este sentido, el 84,6% de las pymes con necesidades de financiación bancaria la ha obtenido y aceptado.

En cuanto a la facturación media de las pequeñas y medianas empresas, el informe refleja un aumento en los tres últimos años. En este sentido, cabe destacar que el porcentaje de pymes que factura menos de 300.000 euros se ha reducido casi un 10% entre 2016 y 2018, del 73,3% al 63,3%, y ya son 686.333 las empresas que facturan entre 300.000 y 600.000 euros, aumentando un 7,7 % con respecto a 2016. Por su parte, las pymes que facturan más de 600.000 euros han aumentado un 2%.

A pesar de las buenos datos obtenidos en cuanto a facturación, el estudio advierte de un ligero retroceso en el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas a corto plazo. Aun así, un 41,8% espera que su facturación aumente durante 2019. Además, aumenta el porcentaje de empresas que cree que su facturación permanecerá estable (44,8%), aunque también crece el porcentaje de las que prevén decrecer (13,4%).