Las familias españolas más humildes dedican el 31,8% de sus ingresos a pagar las deudas, porcentaje que incluso llega a situarse por encima del 40% de las rentas en el 30,2% de los hogares modestos. Esta es la principal conclusión a que llega la encuesta financiera de las familias realizada por el Banco de España, y que fue aprovechada ayer por esta entidad para volver a alertar sobre el riesgo que entraña el creciente endeudamiento de los españoles.

El informe precisa que el hogar endeudado de tipo medio dedica el 15,2% de su renta bruta a pagar las deudas. Esta proporción oscila entre el 31,8% de los ciudadanos con menores ingresos y el 8,5% de la población más pudiente. Según el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, lo más preocupante es que casi un tercio de esos hogares más modestos en recursos superan la peligrosa frontera del 40%.

Además, los más pobres tienen acumulada una deuda que representa el 129% de lo que ganan en un año, frente al 73,3% que arroja la media. En ese estrato más humilde, el 34,2% de las familias españolas arrastran unos débitos que superan en más de tres veces sus ingresos brutos anuales. Esta circunstancia se da también en el 16,5% de los hogares de menores de 35 años que tienen deudas.

Malo de Molina utilizó estos datos para reiterar que el ritmo de crecimiento del endeudamiento de los españoles "no es sostenible", aunque descartó que una posible elevación de los tipos de interés pueda poner en peligro "la solidez patrimonial de las familias" por su "alta capacidad" para afrontar la subida. "Lo importante es identificar que hay unos sectores sensibles que, cuando suban los tipos, lo más probable es que reduzcan el gasto y el consumo, lo que puede afectar a la economía", explicó antes de indicar que la situación sería aún más grave si coincidiera con una "desaceleración" del empleo.