Zaragoza se ha convertido en el epicentro del negocio del mueble. La Feria de Zaragoza así lo ha confirmado después de que ayer cerrase el mayor certamen nacional del sector con cifras récord: 91.000 metros cuadrados en nueve pabellones, casi 500 empresas participantes, 36.247 visitantes profesionales y un horizonte que mira hacia la internacionalización como nicho de negocio ante la atonía del mercado nacional.

Hasta ayer y desde el pasado 23 de enero, la capital aragonesa ha conseguido acreditar que se ha convertido ya en el buque insignia del sector a nivel nacional. Tras varios años de liderazgo de la Feria de Valencia, hoy por hoy, la de Zaragoza ha conseguido llevarse el gato al agua y ganarse la confianza de los expositores. Y ello ha sido posible gracias a varios factores. Primero, por su situación estratégica, al ubicarse en el epicentro del mercado del mueble nacional, ya que a su alrededor hay una población de 20 millones de clientes potenciales.

También ha conseguido que los profesionales respalden este evento, porque la ciudad ofrece varias ventajas competitivas, entre ellas un coste más reducido de los alojamientos (los hoteles son más baratos) y una buena red de comunicaciones con Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia. Y tercero, y lo más importante, que las empresas expositoras han puesto en valor la calidad de la muestra y las facilidades para llevar a Zaragoza sus productos, apuntan desde la organización.

RESPALDO AL EXPOSITOR Así lo reconoce el presidente del Colegio de Agentes Comerciales de Aragón, Miguel Ángel Domínguez, que se mostró "muy optimista" por el "éxito" cosechado en esta edición. Feria de Zaragoza "ha sabido mimar al expositor", algo que ha permitido fidelizar a las empresas para próximos certámenes. En este sentido, Domínguez precisó a este diario que el hecho de tener en cuenta la opinión de los expositores en las diferentes encuestas que se les han facilitado ha contribuido a mejorar la feria. "Se ha tenido en cuenta sus preferencias por horarios y días, así como por otros aspectos, por parte de la organización".

Este respaldo del sector a la Feria del Mueble también se ha puesto de manifiesto con los encuentros profesionales que han llevado a cabo dos de las asociaciones vinculadas con el mueble más importantes de nuestro país, como son Cecomu (Confederación Española de Comercios del Hábitat) y la CEC (Confederación Española de Comercio).

El esfuerzo realizado en este sentido tiene su traslado a las cifras, ya que se ha pasado de 33.647 visitantes en el 2012 a 36.247 este año, mientras que la superficie de exposición también ha repuntado (de 73.552 metros cuadrados en el 2012 a 90.700 metros este año).

OBJETIVO: INTERNACIONALIZAR Así, la Feria del Mueble de Zaragoza pretende ser un "nexo de unión exclusivo entre el fabricante y el punto de venta". La fórmula elegida para ello es "acercar al punto de venta las novedades y tendencias en muebles de la mano del fabricante y en un formato directo, sencillo, esencial".

Uno de los retos en los que está inmerso el sector es en hacerse hueco en los mercados internacionales, después del desplome sufrido por el mercado nacional. La brusca caída de las ventas en los últimos años --un 50% menos de facturación desde el 2008--. Y eso se ha notado en la feria que concluyó ayer. Los expositores extranjeros aumentaron su presencia más de un 24%. En concreto, han acudido a la cita empresas de 35 países, entre los que figuran Alemania, Francia, Italia, Polonia y Portugal.

Desde la perspectiva nacional, destaca la presencia de expositores de las regiones levantinas, ya que en ellas se concentra la mayor parte de la fabricación de muebles de España. La participación de empresas aragonesas fue modesta, con un total de 25 expositores.