El empresario Leopoldo Fernández Pujals (1947, La Habana), máximo accionista de Jazztel, está a punto de concluir una aventura empresarial de éxito. Entró en el operador cuando estaba en crisis e invirtió 61,8 millones de euros. Ahora, por su casi el 15% de las acciones, se embolsará unos 500 millones. Lo curioso del caso es que no es la primera vez que Leo (así lo llaman en la empresa) invierte en una firma y la convierte en oro. Ya lo hizo con Telepizza.

Leo trabajó en varias multinacionales hasta que aterrizó en España. En 1987 decidió que quería su propio negocio y abrió una pizzería (primero se llamó Pizzaphone). El negocio fue un éxito, llegó a salir a bolsa, pero también entró en crisis y acabó deshaciéndose de su participación por 300 millones.