El Grupo FCA (Fiat-Chrysler Automobiles) anunció la noche del miércoles la retirada de su propuesta de fusión con Renault. Según su explicación, FCA cree que «la estructura y los términos fueron equilibrados para ofrecer beneficios a todas las partes, pero no existen en Francia las condiciones políticas adecuadas para que la fusión proceda».

Termina así la negociación de una fusión que habría desembocado en la creación del tercer grupo automovilístico del mundo en ventas, el primero si Nissan y Mitsubishi hubieran entrado en la ecuación. Nissan se abstuvo.

El Grupo Renault expresó su «decepción» por «no haber tenido la oportunidad de profundizar en la propuesta de fusión», aunque agradeció «el enfoque constructivo adoptado por Nissan». Para los franceses, la fusión era «oportuna», con una «convincente lógica industrial» y un «gran atractivo financiero». Se pierde en su opinión la oportunidad de crear «un líder mundial en la industria del automóvil con sede en Europa».

En FCA se apuntó al Estado francés como responsable de la retirada de la oferta. Antes de la reunión, el ejecutivo francés pidió a FCA más control sobre el grupo resultante para no perder peso.