No parecía que ayer fuera el día más apropiado para grandes fiestas en la bolsa española. Las subidas de los últimos días más bien convidan a recoger beneficios ante las falta de grandes referencias que animen el mercado. No se produjeron en ese sentido. Pese a ello, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) organizó su propia fiesta al margen de los indicadores. Fue el valor del Ibex 35 que registró una mayor revalorización, un 6,36%, hasta los 19,7 euros en un entorno en el que los números rojos predominaron.

La fiesta de la constructora de Esther Koplowitz se produjo aparentemente sin motivo más allá, según la compañía, de que algún inversor institucional rezagado haya decidido recapacitar sobre el hecho de que se oye percusión en la bolsa española y nadie le ha invitado a sumarse al ritmo de la música. Pero los rumores se centraron también en el cierre de posiciones cortas en ese valor, igualmente alimentadas por el jolgorio bursátil de FCC: hace menos de un año, las acciones estaban a siete euros; ayer, casi a 20. Si alguien pensaba que el título se iba a derrumbar, se equivocaba. Hasta el 15 de enero, las posiciones cortas en FCC representaban el 1,8% del capital. Habrá que ver a cuánto ascienden cuando la CNMV dé detalle de los bajistas en su resumen quincenal.

La evolución de la constructora ayudó a que las pérdidas del Ibex fueran mínimas: cedió el 0,66%, hasta los 10. 455 puntos. Wall Street no contribuyó a que la sesión acabara con signo positivo, como ocurrió el miércoles.