La planta automovilística del grupo Stellantis (antes PSA) en Figueruelas ha producido unos 100.000 vehículos en lo que va de año, una cifra muy similar a la del año pasado por estas fechas, según datos facilitados por fuentes sindicales. A pesar de las interrupciones en la fabricación por la falta de semiconductores, la planta no ha sufrido un recorte significativo de las unidades ensambladas. A ello ayuda en parte que la comparativa se hace con un periodo en el que ya había empezado a hacer mella el coronavirus, que provocó que se suspendiera la actividad desde el 17 de marzo del 2020 a raíz del primer estado de alarma.

En el 2021 los problemas no están viniendo tanto de las restricciones sanitarias, sino de la escasez en el abastecimiento de los dispositivos semiconductores, más conocidos como chips o microchips, que son claves en la fabricación de los vehículos. De hecho, la factoría aragonesa acumula ya unas 11 jornadas de paro técnico por esta circunstancia. Por el momento, no hay previstos nuevos ceses productivos y la próxima semana se espera trabajar con normalidad.

Para hacer frente a esta dificultad, Stellantis ha propuesto en su planta de Vigo echar mano de un erte para 3.749 trabajadores hasta finales del año. A ello se suma un percance puntual en el centro gallego sufrido el pasado viernes, cuando tuvo que parar por un incendio en una cabina que obligó a evacuar a 300 personas del taller de pintura. En Figueruelas, sin embargo, se descarta por ahora la posibilidad de una regulación de empleo. «Contamos con medidas de flexibilidad que nos permiten capear la situación», afirmó Rubén Alonso, presidente del comité de empresa.

«Partido a partido» /

La plantilla cuenta todavía con unos 14 días en la bolsa colectiva de la distribución irregular de la jornada. «No hay previsión de nuevas paradas, pero es difícil prever qué ocurrirá más adelante. Vamos partido a partido», apuntó Chema Fernando, de CCOO. «Seguimos estando bien de pedidos. Esperemos que el problema de los chips se vaya resolviendo y no lleguemos a gastar todas las jornadas de flexibilidad», señaló Sara Martín, de UGT.

El pasado mes de febrero, según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), salieron de las plantas automovilísticas españolas un total de 217.065 unidades, un 17,3% menos respecto al mismo mes del año anterior. La caída del mercado español, la reducción de la demanda desde los principales mercados europeos y la escasez de microchips, o semiconductores, lastraron la producción española. Desde enero, la fabricación de vehículos se ha reducido en un 13,4% hasta las 435.266 unidades.

Derivada de la menor producción, también cayeron las exportaciones, saliendo del país un total de 182.921 unidades en febrero, un 15,6% menos respecto al mismo mes de 2020. Según los datos de Anfac, los mercados europeos, a los que se destinan el 70% de las ventas, redujeron la demanda de vehículos españoles en un 19,4%. La asociación destaca los desplomes en mercados como el francés (-21%), el británico (-35,5%) o el portugués (-59%), aunque apunta que mercados como el turco siguen creciendo, con un aumento de la demanda de coches españoles del 82,3% respecto a febrero del año pasado. Los envíos a América se redujeron en un 20,8%, mientras que a África subieron un 23,3%.