La fiscal Raquel Amado ha rebajado a 47 millones la petición al consejo de Spanair por retrasar la presentación del concurso de acreedores, al descontar 25 millones que la empresa pública Avançsa aportó a partir de septiembre de 2011, y ha considerado probada la "negligencia" de los gestores de la empresa.

La fiscal pedía 72 millones al consejo de Spanair por el agravamiento del déficit comercial que supuso retrasar en cinco meses la presentación del concurso de acreedores, pese a conocer que era insolvente a 30 de junio de 2011, por lo que los dos meses de plazo para presentar el concurso vencieron el 1 de septiembre, y éste finalmente se presentó el 30 de enero de 2012, cuando la Generalitat retiró su apoyo a la aerolínea.

En las conclusiones de la fiscal el último día de juicio contra el consejo de administración de Spanair por retrasar el concurso, Amado ha rebajado de 72 a 47 millones la petición al consejo al tener en cuenta que Avansçsa era una de las administradoras de hecho y aportó 25 millones de euros a partir de septiembre de 2011.

Además, mantiene su petición de culpabilidad del concurso, ya que, en su opinión, a 30 de junio Spanair no era solvente porque no podía hacer frente a las obligaciones regularmente exigibles.

Ha acusado a los gestores de no ser diligentes y de que hubo "negligencia", y considera a la Generalitat corresponsable del agravamiento del concurso, ya que fue coadministradora de hecho.

Amado ha considerado "absolutamente carentes de rigor" los informes de los peritos de la defensa por no tener en cuenta las pérdidas que arrastraba la aerolínea y ha asegurado que la "pérdida patrimonial" puede ser valorada como "síntoma o causa de insolvencia".

La fiscal también ha dicho que las aportaciones de la Generalitat no eran ilimitadas, como los acusados han querido dar a entender, tal y como quedó demostrado cuando dejó de poner financiación una vez que fracasó la operación de entrada de Qatar Airways en Spanair.

La administración concursal ha mantenido su petición de culpabilidad en el concurso y ha asegurado que la compañía por sí misma no era capaz de atender sus compromisos de pagos sin acceder a créditos externos y que a fecha de hoy hay una deuda impagada de 50 millones que venció en junio de 2011.

La administración concursal no se opondría a que se desestimara la petición de inhabilitación de dos años al consejo, porque, sobre todo, se podría perjudicar a terceros, cosa que la fiscal mantiene.

Por su parte, la defensa de Soriano ha dicho que Spanair era "extraordinaria y excepcionalmente solvente", porque era la única empresa aeronáutica que tenía detrás al "Tesoro Público para sus necesidades de liquidez".

La defensa de Spanair ha pedido que se declare el concurso fortuito y se desestime su culpabilidad, porque Spanair atendía sus obligaciones exigibles a 30 de junio de 2011 y presentó concurso en enero de 2012, cuando la Generalitat dejó de financiarla.

Spanair cesó su actividad el 27 de enero de 2012, dejando en tierra a casi 23.000 pasajeros, y el 30 de enero presentó concurso de acreedores con un pasivo de 474 millones de euros.

El juicio acaba hoy, pero no queda visto para sentencia, a la espera de un oficio de Aena, y la sentencia se espera para septiembre.