Seis años después de que la irresponsabilidad de los bancos, su apetito por las comisiones y sus prácticas predatorias obligara a millones de contribuyentes alrededor del mundo a rescatarlos para evitar el colapso del sistema financiero, "los bancos son hoy mucho más seguros", pero están lejos de haber dejado de ser un problema.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), "muchos bancos no tienen el músculo financiero para prestar el crédito suficiente que requiere una recuperación vigorosa". Esa debilidad es especialmente grave en la eurozona.

Los analistas del FMI han llegado a esa conclusión tras analizar a 300 entidades financieras de las economías avanzadas. El resultado es descorazonador. Los bancos que representan casi el 40% del total de los activos "no es lo suficientemente fuerte" para impulsar con sus préstamos la recuperación.

Peor es en la Europa del euro. Allí los bancos impotentes controlan el 70% de los activos. El Fondo lo achaca a las medidas adoptadas en los últimos años para reparar los balances y reforzar los colchones de capital como exigían los nuevos marcos regulatorios. Eso ha hecho que bajen sus beneficios, dejándoles con escasa munición para prestar y mantener colchones de capital seguros.

"Necesitan adaptar sus modelos de negocio a las realidades del mercado surgido de la crisis y al nuevo clima regulatorio", dice el consejero financiero del FMI, el español José Viñals, en el informe. Esos cambios pasan por reevaluar algunas líneas de negocio, recolocar el capital, fusionarse con otras entidades o adelgazar en tamaño.