El Fondo Monetario Internacional (FMI) no pierde desde hace tiempo la oportunidad de demostrar que le preocupa que la reestructuración de la banca española no haya facilitado que el crédito vuelva a fluir y apuntale la mejora de la economía. A pesar de la fuerte recapitalización con recursos privados y públicos de los últimos años, el organismo insistió ayer en que las entidades deben reforzar aún más su solvencia.

En su quinto y último informe sobre el rescate europeo a la banca, la institución dirigida por Christine Lagarde reconoció que este programa ha logrado mejorar "radicalmente" la situación de España en el mercado y alabó la "firme y categórica" manera con que el Gobierno ha cumplido las condiciones impuestas. Las primas de riesgo de la deuda pública y las entidades financieras, destacó, han bajado un 75% en los últimos 18 meses y las acciones de la banca han subido un 50%.

Sin embargo, advirtió el organismo, persisten "importantes retos", por lo que es "crucial mantener el impulso reformista". El principal es la falta de crédito, que la institución propone solventar con toda una batería de medidas.

PRÓXIMOS OBJETIVOS El Banco de España, apuntó, debe empujar a la banca a seguir aumentando sus niveles de capital, mediante medidas como la limitación del dividendo (propone que el supervisor tenga poderes para imponerlo, no solo recomendarlo, y que se liguen a conceptos como el beneficio básico o los niveles de solvencia). Propuso, asimismo, que se anime a las entidades a aprovechar la mejora de los mercados para emitir nuevas acciones y a seguir ganando eficiencia mediante la reducción de gastos.

El supervisor, continuó, debe asegurarse de que las entidades tengan las provisiones adecuadas para afrontar el nuevo examen a la banca europea de este año.

Además, pidió que los impuestos se centren más en la propiedad que en la venta de activos inmobiliarios para facilitar su venta y que sea más fácil reestructurar la deuda de las empresas con los bancos y su conversión en acciones. También mostró su preocupación por la Sareb (sus márgenes en las ventas han bajado) y la nueva ley de cajas (debe aplicarse bien para que pierdan poder en sus bancos).