El ministro de Fomento, Íñigo De la Serna, se mostró ayer «muy optimista» sobre la posibilidad de que las conversaciones entre patronal y sindicatos desencallen el conflicto de la estiba, pero marcó también la línea roja de la negociación. En ningún caso, advirtió, la solución puede pasar por un registro de trabajadores que suponga la más mínima limitación a la contratación. «La Comisión Europea ya ha dejado bien claro que no se puede disponer de un registro, que no admitiría ninguna lista que suponga una restricción a la libre contratación por parte de una empresa de sus trabajadores», argumentó el ministro.