El fondo australiano IFM, que ha lanzado una opa del 22,7% sobre Naturgy, ha trasladado a la compañía que preside Francisco Reynés que tienen vocación de permanencia como accionista a largo plazo, que aspira a tener representación en el Consejo de Administración de la energética y que apoya la transición energética y aboga por un "dividendo sostenible", según ha develado el secretario general y del consejo de la empresa, Manuel García Cobaleda, durante la celebración de la junta general de accionistas correspondiente al ejercicio de 2020. Además, se compromete a mantener la cotización de la energética y su sede social en España.

A la única pregunta planteada por los accionistas durante la junta relativa a una posible exclusión de Bolsa de la empresa, Reynés ha asegurado que "a día de hoy no hay ningún tipo de planteamiento que nosotros sepamos". "Es una propuesta parcial, no total. No somos conscientes de que esto hoy tenga una implicación directa en una exclusión de bolsa", ha añadido. Posteriormente, en una rueda de prensa, el presidente de la energética ha agregado que "no hay nada escrito en piedra", pero IFM "es un fondo suficientemente reputado y serio para no poner en duda lo que nos ha trasladado", ha dicho.

Reynés ha garantizado la "transparencia" de la compañía con la opa en curso y ha asegurado que solo ha mantenido contacto en dos ocasiones con IFM, una antes "unos días antes" de que se conociera la oferta públicamente y otra antes de esta junta para conocer sus intenciones. "Como equipo directivo no tenemos más valoraciones que hacer. No estamos a favor ni en contra. Ni les queremos ni les odiamos", ha agregado el primer espada de la energética. El Consejo de Administración de Naturgy deberá hacer pública su postura una vez la oferta pase las pertinentes autorizaciones regulatorias, primero la del Consejo de Ministros en un plazo máximo de seis meses y, después, la de la CNMV. "El consejo dará y publicará su opinión. Seremos transparentes", ha añadido.

La junta, celebrada en un formato híbrido con menos de 30 personas en la sala, ha aprobado un dividendo con cargo al ejercicio 2020 de 1,44 euros por acción, de los que 0,81 euros ya se han abonado y 0,63 euros a repartir el próximo 17 de marzo. Reynés ha dejado la incógnita de qué ocurrirá con el dividendo en los próximos años, 2021 y 2022, a falta de conocer el próximo plan estratégico de la compañía que todavía no tiene un calendario público, después de que fuese pospuesta por la opa. "No hemos entrado a discutir (con IFM) ninguna cifra o condición (sobre el dividendo), sino a escuchar cuáles eran sus objetivos como accionistas. Y uno de sus objetivos era apoyar una política de dividendo sostenible", ha explicado Reynés.