El Foro Económico Mundial de Davos cerró ayer sus debate con un cierto alivio al constatar que las medidas de choque de las economías europeas rescatadas estaban dando resultados, pero con la atención puesta en evitar los riesgos de deflación. La salida de la crisis, no obstante, se muestra más lenta de lo deseado por la élite financiera reunida en la ciudad suiza, que ha tenido que asumir que el paro y la brecha cada vez más profunda entre ricos y pobres son las consecuencias de la gran recesión causada por la crisis financiera.

Del foro de Davos no han salido ideas nuevas, quizá porque la crisis no se puede dar por oficialmente finalizada. Las economías avanzadas aún no han consolidado la recuperación, por lo que las dificultades para crear empleo y los bajos índices de consumo han asomado como nuevos riesgos en una salida de la crisis a varias velocidades.

POR DEBAJO DEL OBJETIVO Christine Lagarde, directora del FMI volvió a agitar el fantasma de los bajos precios. En su opinión la inflación de la zona euro está "muy por debajo del objetivo", por lo que la deflación es un riesgo potencial, especialmente en la UE. Los precios de los países de la zona euro rondan el 1%, porcentaje inferior al objetivo del BCE de situarla no muy por debajo del 2%. El bajo y prolongado nivel de precios de bienes y servicios no preocupa a su presidente, Mario Draghi, que reiteró las medidas para inyectar dinero a las economías.

PRÉSTAMOS En el mismo panel de expertos que la responsable del FMI, Draghi auguró que el organismo que dirige está atento ante la posibilidad de actuar con los instrumentos que le da el Tratado de Maastricht, como los préstamos a los bancos condicionados a que den dinero a empresas y particulares. Además, ratificó que los tipos de interés se mantendrán bajos durante un largo periodo de tiempo.

El peligro de la quiebra financiera también parece conjurado, aunque las pruebas de resistencia que pasarán en noviembre 130 bancos europeos van a ser claves para la credibilidad del sector. El resultado de estos exámenes revelarán no solo el estado general de las entidades sino también la fiabilidad del proceso, siempre y cuando los resultados se hagan públicos con honestidad y sin maquillar los "suspensos", señaló el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. De otro modo, la credibilidad del BCE estaría bajo sospecha, pues no se pueden llevar a cabo estos exámenes solo para cubrir el expediente.

BANCOS A EXAMEN Las pruebas, indicó Dijsselbloem, permitirán ver con claridad la calidad de los activos de los bancos y el deterioro real que han sufrido, así como los riesgos que aún existen, y ya advirtió de que algunas entidades siguen siendo muy débiles. Mientras llegan las pruebas de resistencia, la UE debe seguir trabajando en definir el mecanismo único de ayuda para las crisis financieras en el que trabajan la Comisión, el Consejo y el Parlamento. Rehn aseguró que "todavía podría ser mejorado".

Para España el test a las entidades financieras no aportará novedades, después de haber superado con éxito el programa de saneamiento diseñado por Bruselas. El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de asuntos económicos, Olli Rehn, aseguró que el plan "ha funcionado", aunque advirtió que España sebe seguir aplicando el programa de reformas y no caer en la complacencia porque los riesgos persisten.

Las medidas adoptadas por España y Portugal deberían ser imitadas por Francia e Italia, recomendó Rehn, ya que la reestructuración financiera "va de la mano de la recuperación económica". Aunque admitió que Francia ya tiene planes de reformas e Italia parece estar cerca de cierta estabilidad, el camino es el de los países ibéricos.

Rehn alabó las reformas españolas apenas un día después de expirar con éxito el programa de asistencia financiera tras 18 meses de ajustes, y su colega Joaquín Almunia, dijo que en el foro se ha visto a España con "optimismo" ya que "ha vuelto a crecer", pero aconsejó no caer en la complacencia. "Hay claramente más optimismo con una sensación bien argumentada de que hemos superado los problemas más graves de la crisis financiera, aunque todavía las consecuencias están con nosotros", dijo Almunia, que señaló como gran reto la absorción de un 26% de paro y de más de 55% entre jóvenes.

Mientras los responsables económicos europeos vigilan que nada se interrumpa en la hoja de ruta de la recuperación, el Foro de Davos ha vuelto a mirar a Japón por sus perspectivas de crecimiento tras 15 años consecutivos de recesión. Sin embargo, no ha habido recetas para crear empleo porque la recuperación no se ha consolidado.

Después de cuatro días de debates, los líderes políticos y económicos se han mostrado incapaces de aportar alguna solución a un problema que aqueja a todos los países desarrollados.