Las solicitudes de retirada de fruta de hueso (melocotón, nectarina y paraguayo) de los fruticultores españoles ya está en marcha. Solo en Aragón, hasta las 17,30 horas de ayer, un total de 42 productores de la comunidad habían realizado peticiones de retirada por 7.300 toneladas --uno solo de ellos reclamó retirar 1,2 millones de kilos--, según los datos facilitados por el departamento de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón. Esta cifra, todavía provisional porque el proceso sigue abierto, afianza la previsión de que se realizarán solicitudes, entre Aragón y Cataluña, por una cantidad muy superior a las 20.000 toneladas, cifra decretada por Bruselas para ampilar el cupo en España.

Las organizaciones agrarias y las cooperativas han reiterado, tras conocer la decisión de la Comisión Europea, que la cantidad asignada era «insuficiente» para impulsar los precios al final de una campaña con una «situación de completo y generalizado deterioro del mercado en Aragón y Cataluña», con cooperativas que no aceptan más fruta. De hecho, previamente habían reclamado el doble de volumen de retirada, 40.000 toneladas tras acordarlo con las comunidades de Aragón y Cataluña, las más afectadas por el exceso de producción y el hundimiento de los precios por el veto ruso, que se inició en el 2014.

Por tanto, habrá que esperar a que concluya el proceso y a que el Ministerio realice la criba correspondiente para retirar del mercado solo 20.000 toneladas. «El objetivo es que esta compensación (26,8 euros por cada 100 kilos) llegue a todo el mundo, independientemente de que sean grandes o pequeños agricultores», apuntó ayer Francisco Ponce, de UAGA.

MOVILIZACIONES

Ante esta situación, los sindicatos aprobaron ayer la convocatoria de nuevas movilizaciones en el sector. La primera de ellas está prevista en Madrid, el próximo 6 de septiembre, en protesta por la crítica situación de muchos pequeños agricultores que incluso se están planteando abandonar sus producciones.

Desde COAG se ha reclamado un «plan de emergencia» para garantizar el futuro de los productores, más actuaciones para evitar la especulación en la cadena, la activación de medidas «excepcionales» de carácter fiscal, el análisis del potencial productivo o la reforma de los sistemas de gestión de crisis, entre otras.

El secretario de Relaciones Institucionales de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), José Manuel Roche, lamentó que la ampliación de cupo se haya producido «a última hora» cuando «la campaña ya está acabando y las pérdidas son millonarias».

Según los cálculos de esta organización, hay 50.000 toneladas en estoc y las cooperativas y centrales de fruta están «a tope» de producto almacenado, mucho ya en condiciones no aptas para el consumo. Por este motivo. han solicitado acciones urgentes para contrarrestar la pérdida de renta de los fruticultores esta campaña, con medidas fiscales o ayudas directas.

RECONDUCIR LA SITUACIÓN

Mientras, Asaja ha reclamado al Ministerio que se adopten «medidas estructurales potentes» para que la campaña de 2018 sea «normal» desde el punto de vista comercial y de producción y se supere la situación de los últimos años.

Entre esas medidas, el sindicato agrario aludió a la apertura de nuevos mercados para la exportación de fruta de hueso mientras permanezca cerrado el mercado ruso, que absorbía 50.000 toneladas cada año. Asimismo, reclama actuaciones estructurales para redimensionar la sobreproducción

Desde las Cooperativas Agroalimentarias también han urgido a la elaboracón de un plan sectorial que permita promover medidas estructurales de apoyo a la rentabilidad y sostenibilidad de las explotaciones de la fruta de hueso.