La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA-COAG) calificó ayer el 2017 como «el peor año que se recuerda» para el sector frutícola. La brecha entre el precio de origen y de destino se acentúa cada vez más, al mismo tiempo que aumentan los costes de producción y el consumo de fruta nacional se desploma.

Según explicó el responsable de frutas de UAGA, Vicente López, especialmente «preocupante» es la situación del sector de la fruta de hueso, ya que el diferencial de precio que existe entre la cantidad que abona el consumidor y la que recibe el agricultor alcanzó su récord durante la última campaña.

El margen medio del melocotón se situó en el 732% y el de la nectarina en el 722%, con valores máximos en agosto del 1.067% y del 1.053% respectivamente. La media, registrada por el Índice de Precios de Origen y Destino elaborado por UAGA desde el 2007, ubica la variación media entre el 220% y el 386% en ambos productos.

Así, mientras el precio en destino ha marcado una tendencia estable y ascendente -el valor del melocotón se ha incrementado un 12,3% desde el 2013-, el precio en origen ha sufrido una gran caída -el coste medio del kilo de melocotón se situó en 0,28 euros en el 2017, un 44% más barato que la media anual desde el 2013.

Esta evolución se traslada a todo el sector de la fruta. Según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, los precios en origen del 2017 subieron un 0,7%, mientras que el valor para el consumidor lo hizo un 10,4%. La situación se agrava si se tiene en cuenta que producir un kilo de fruta supone un coste de entre 0,30 y 0,35 euros.

En ese mismo sentido se expresó un productor de fruta de la zona del Bajo Cinca, Alfredo Sanjuán. «Estamos recibiendo 39.000 euros por 200.000 kilos de fruta, cuando deberíamos obtener cerca de 100.000», señaló Sanjuán. «Si el año próximo seguimos así, quizá tengamos que abandonar, como están haciendo cada vez más», concluyó.

El sector frutícola aragonés, que emplea a 15.000 agricultores, recogió más de 700 millones de kilos de fruta y facturó 300 millones de euros en el 2017. López prevé para la próxima campaña «un aumento en el volumen» de la cosecha y «un descenso en la facturación» a causa de los precios pero también de la entrada en el negocio de empresas ajenas al sector. «El 15 o 20% de las nuevas hectáreas de los últimos años están operadas por personas ajenas al sector», recordó López, que criticó que este tipo de inversiones están «generando alteraciones» en el mercado.