Aunque rige desde el 1 de abril, fue a partir de ayer cuando empezaron a notarse los efectos de la reforma eléctrica, una vez finalizado el periodo de adaptación concedido a las compañías. La parte variable del recibo (los kilovatios que se consumen) se basa ahora en el precio de mercado de cada hora del día. Eso hará difícil prever de antemano lo que se va a pagar. Un galimatías.

MERCADO

1 ¿A quién y cómo afecta la reforma?

A los usuarios con tarifa regulada, ahora precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC), que son 14,9 millones con una potencia contratada inferior a 10 kw. A los 10,5 millones con contratos de mercado, muchos trasvasados por las compañías sin saberlo, también les afecta porque dejan de tener la tarifa regulada como referencia.

Lo que cambia es la forma de calcular el precio del kW consumido. El sistema rige desde el 1 de abril, pero las compañías tenían hasta el 1 de julio para implantarlo. Gas Natural, con 2,6 millones de clientes con el PVPC; Endesa, con 6,9 millones, e Iberdrola, con 4,6 millones, empezaron la semana pasada. Solo E.ON comenzó a facturar así desde abril.

FACTURA

2 ¿De qué manera varía el recibo?

El término fijo (lo que se paga por kW de potencia contratada) se mantiene, tras la subidas de más del 70% del año pasado. En total son unos 3,6 euros al día o 42 al año por kW.

La parte variable (lo que se paga por lo que se consume) es lo que cambia. Corresponde al coste de la energía que hasta diciembre se decidía en una subasta trimestral, que el Gobierno anuló por la subida que implicaba. Supone en torno a la mitad del recibo. Ahora pasa a decidirse con la cotización en el mercado mayorista, en el que el precio varía 24 veces al día, 720 al mes o 1.440 al bimestre.

El otro componente son los peajes de acceso, que determina el Gobierno y que cubren los costes regulados (distribución, transporte, primas a renovables...). Tiene también una parte variable. Y el tercer elemento del precio que se paga son los impuestos. ¿El resultado? Será difícil prever lo que se pagará. Por eso el Gobierno obligó a las compañías a lanzar ofertas de precio fijo anual, pero resultaron entre el 11% y el 17% más caras que el precio de mercado.

MÉTODO

3 ¿Cómo se calcula el nuevo precio?

El sistema está pensado para funcionar con contadores inteligentes, de los que apenas se han instalado un tercio de los más de 25 millones necesarios. Por ello, por ahora al usuario le aplican perfiles de consumo medios preestablecidos elaborados por el gestor del sistema, REE, con datos estadísticos.

El más general es el A, que corresponde al residencial doméstico (tarifa 2.0A), en el que hay más de 23 millones de usuarios; seguido del B, con quienes tiene tarifa nocturna (2.0DH), que son alrededor de un millón; el C (2.0DHS), con los pocos consumidores con este tipo de tarifa que incluye un tramo supervalle para cargar el vehículo eléctrico; y el D, que engloba a las pymes.

En la tarifa más común, el kW es más barato entre medianoche y las tres de la madrugada. Puede haber cambios durante las estaciones del año o días de la semana. En todo caso los perfiles se basan en medias estadísticas durante un periodo de transición hasta que se hayan instalado los contadores inteligentes y estos estén preparados para la telegestión. Solo entonces el usuario podrá adaptar su consumo a los precios que, precisamente es para lo que se habría diseñado todo el sistema. El plan oficial prevé que todos los contadores estén instalados en el 2019.

Con este sistema transitorio solo se podrá ahorrar de forma directa si se opta por la tarifa nocturna (2.0DH) o la 2.0DHS. Con la más común, los efectos son «indirectos». Si se generalizan comportamientos se puede modificar la curva general e igual puede pasar si se modera el consumo en los periodos de precios más altos, afirman en REE. La Comisión de los Mercados y la Competencia (CNMC) debe determinar el procedimiento para que los contadores inteligentes funcionen como tales y el Gobierno debe fijar los plazos. Por ahora no hay fecha.

REGULARIZACIÓN

4 ¿Tiene derecho a devolución?

Las eléctricas tendrán que regularizar en las facturas hasta el 31 de agosto lo cobrado desde abril. Esta regularización se añadirá a la que va desde el 1 de enero hasta el 31 de marzo. El Gobierno estableció un precio fijo del kW hasta abril que ha sido muy superior al del mercado. Las compañías deberán devolver unos 250 millones por el primer trimestre y menos por el segundo. Un ejemplo: un hogar con un consumo entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 525 kWh tendrá una devolución de 12,47 euros. En lo que respecta al periodo 15 de abril a 14 de junio para un consumo de 350 kWh, la devolución será de 5,32.

FUTURO

5 ¿Habrá más retornos?

Que haya devoluciones por el primer y segundo trimestres no presupone que las vaya a haber en los siguientes recibos. De hecho, los precios en el mercado mayorista ya han empezado a subir y lo habitual es que lo hagan hasta final de año. Las estimaciones del sector son que en el segundo y tercer trimestre los precios mayoristas sean el 30% más altos que en abril lo que encarecería alrededor del 15% el recibo.