Las gasolineras aragonesas han iniciado una fuerte ofensiva comercial ofreciendo gasóleo más barato a empresas y transportistas de Lleida, aprovechando que las estaciones de servicio catalanas tienen que soportar la tasa impuesta por el Gobierno tripartito sobre los carburantes para financiar la sanidad.

El presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de Lérida, Xavier Prats, aseguró ayer que las gasolineras leridanas saldrán muy perjudicadas, en especial las más próximas a la Franja, porque parte de su negocio está en la venta de gasóleo de automoción para los grandes clientes que disponen de tanques propios, no sólo transportistas (a los que se les devolverá un porcentaje del impuesto), también pequeñas y medianas empresas.

GRANDES CONSUMIDORES Las ofertas han llegado incluso a payeses y ganaderos que consumen gasóleo agrícola. Según Prats, los comerciales de gasolineras aragonesas prefieren estrechar sus márgenes y ganar clientes que gasten más de 3.500 euros anuales, como consumen los payeses. Algunas granjas de cerdos gastan más de 8.000 euros al año.

Su mayor temor sigue siendo el gasóleo de automoción, ya que el impuesto supone una diferencia con Aragón muy suculenta de 2,4 céntimos por litro mientras que en el agrícola y el de calefacción es de 0,6. Tampoco desprecia Xavier Prats las pérdidas de repostajes de gasolina de muchos leridanos que viven a menos de 20 kilómetros de una estación de servicio aragonesa y que en muchas ocasiones cambiarán de comunidad para llenar el depósito.

Hasta mediados de septiembre no habrá datos reales del impacto de la tasa autonómica que entró en vigor el pasado día 1. El presidente de la Asociación Provincial de Transportistas de Mercancías por Carretera, Pedro Bermúdez, insiste en que los profesionales del sector, una vez conocido el impacto de la tasa aplicada en Madrid, ya advirtieron al Govern de la peligrosidad del recargo. Desde su punto de vista, el Govern verá en septiembre las consecuencias negativas de su decisión.

Bermúdez sostiene que cuando el transporte vuelva a su actividad normal tras las vacaciones, "el Gobierno de Cataluña comprobará que los miles de camiones de transporte internacional que repostaban en la Jonquera habrán dejado de hacerlo porque muchos lo habrán hecho en Castellón o en Aragón porque cuatro de las antiguas pesetas por litro de gasóleo no es ninguna broma" .

El presidente de los transportistas leridanos también insistió en que exigirán por escrito al conseller de Economia, Antoni Castells, su compromiso de devolver al menos el 75% del impuesto a los agricultores, los transportistas y los taxistas y advirtió que de no ser así habrá una huelga. La patronal Asaja también pidió ayer al Govern que reconsidere la aplicación de la tasa porque deja al campo catalán en desventaja.

Sin el retorno, el transporte de Lérida perderá calidad y tendrá que soportar competencia de los camiones aragoneses, que, según Bermúdez, es desleal porque tendrían el combustible más barato.