La cesta de la compra se encarece en España y aumentan los ingresos del sector de la distribución en un entorno de inflación moderada y crecimiento escaso de la población. Esta es una de las conclusiones del último informe de la consultora Nielsen, que se presentó el mismo día en el que se conocieron los datos del IPC adelantado, que se sitúa en el 1,1% internaual debido al encarecimiento de la electricidad.

El informe señala que las ventas de los fabricantes de los productos que se venden en los supermercados, experimentó un crecimiento del 3,7% en el 2017. La razón de esa paradoja se encuentra en el hecho de que la aportación del precio al crecimiento de la facturación del sector se triplicó, pasando del 0,7% en el 2016 al 2,1% en el 2017. Las ventas en volumen aumentaron el 1,5% también, pese a que la población no crece.

Nielsen achaca ese incremento del precio de la cesta de la compra al mayor peso de los productos innovadores en detrimento de la marca del distribuidor. Los expertos alertan de que la innovación se está trasladando a los fabricantes más pequeños y gastamos más en productos distintos a los que se integran en el IPC.

La otra clave de ese encarecimiento de la cesta de la compra hay que buscarla en los productos frescos. Se encarecieron en conjunto el 2,8% y suponen en torno a la tercera parte de la cesta de la compra. Fruta, verdura, carne, pescado, pan y huevos forman parte de ese núcleo central del gasto alimentario de las familias. Y todos esos productos también cuestan más que hace un año. Según Nielsen, el pescado es el que más se encareció, un 5,8%. En cambio, los huevos, la proteína más barata, registró una inflación del 0,7%.

Los datos de la consultora Nielsen confirman la atonía de la evolución de las ventas de la marca del distribuidor. Apenas un crecimiento de 0,2 décimas para una cuota de mercado del 39,2% supo a poco a la gran distribución, que busca fórmulas de reinvención.