El grupo empresarial catalán Global3 --con fuerte presencia en Aragón desde 1997-- quiere poner en marcha un nuevo proyecto energético en la comunidad. Se trata de una central eléctrica de ciclo combinado, con una potencia instalada de 400 megavatios (MW), que se ubicará a unos tres kilómetros del centro de Zaragoza, en las proximidades de la plana de Torrero. Según informaron fuentes de la compañía, la inversión prevista es de 250 millones de euros. El proyecto --que se encuentra en fase de tramitación-- ya ha recibido las primeras críticas por parte de la asociación ecologista aragonesa Ansar, que ha manifestado su oposición.

La nueva central --cuya evaluación medioambiental está en trámite-- se abastecerá de gas natural (que tomará del gasoducto Serrablo-Zaragoza tras los oportunos acuerdos con Enagás) y de gasóleo. El agua que se bombeará desde el Canal Imperial permitirá la refrigeración.

Según informaron desde la compañía --que también proyecta una central similar en Escatrón--, la instalación se realizará de acuerdo a la normativa medioambiental vigente. "En este sentido, nuestras centrales utilizan unas turbinas que producen unas emisiones sonoras y contaminantes mucho más reducidas que las convencionales. Asimismo, los gases resultantes de la combustión realizada en la turbina, serán conducidos a una caldera de recuperación, para la producción de vapor, con la finalidad de reaprovechar posteriormente la energía calorífica de éste", añadieron.

Fuentes de Global3 señalaron que este proyecto viene motivado por el aumento que ha experimentando el consumo eléctrico en los últimos años. "Si no se construyeran centrales, el mercado terminaría saturado, ya que, según nuestros cálculos, en ocho o diez años la demanda se va a duplicar", explicaron desde la compañía, al tiempo que informaron que la capacidad productiva de la planta de Zaragoza permitiría abastecer a 200.000 hogares.

Sin embargo, desde la asociación ecologista Ansar criticaron el aumento de autorizaciones para construir nuevas centrales eléctricas. "El 50% de la energía de Aragón se exporta, con lo cual, no está justificada la necesidad de producción", señaló José Antonio Domínguez, miembro de Ansar, quien apuntó, además, que la zona donde está previsto instalar la planta --Cuarte de Huerva, según la compañía; Zaragoza --detrás del cementerio--, según la asociación-- está ya muy saturada. "Este lugar será un foco permanente de emisión de partículas de hidrocarburos, de óxido de carbono y nitrógeno y de ruido. Algo a lo que nos oponemos desde Ansar", añadió.