El pleno del comité de empresa de General Motors (GM) España aprobó ayer, por mayoría, la última oferta que presentó la compañía sobre las condiciones para suprimir 618 empleos en la planta de Figueruelas como consecuencia de la reestructuración que la multinacional va a desarrollar en Europa. Dirección y sindicatos firmarán hoy el acuerdo sobre el expediente de regulación de empleo en los términos previstos en la propuesta del pasado jueves, que amplía el plazo para llevar a cabo las salidas hasta septiembre del 2006 y eleva las indemnizaciones para prejubilaciones y bajas voluntarias.

La oferta de la multinacional, que fue sometida a votación entre los 37 miembros del órgano sindical, contó con el respaldo de los 13 representantes de UGT, los 10 de CCOO y los cinco de OSTA. Los siete representantes de CGT y los dos de Acumagme mostraron su rechazo.

"Firmar un acuerdo para reducir empleos no es agradable. Sin embargo, y dada la situación de la compañía, se han logrado unas buenas condiciones", señaló el secretario general de la sección sindical de CCOO en GM España, Antonio Carvajal. En este sentido, recordó que la última propuesta reducía el número afectados por la regulación hasta 451 (frente a los 503 iniciales) y mejoraba las condiciones económicas.

El secretario de la sección de UGT en Figueruelas, Fernando Bolea, apuntó que, tras la tensión generada con el anuncio del ajuste --mediados de octubre--, la firma de un acuerdo aportaba cierta tranquilidad. "Se trata de un propuesta razonable para los trabajadores que se quedan y para los que salen. Además, atiende las demandas sindicales y evita los despidos traumáticos", comentó Bolea. Por su parte, José López, representante de OSTA, incidió en que se había tratado de buscar la mejor solución posible, "logrando una salida digna para los afectados".

Por el contrario, el portavoz de CGT, Alfonso Tierra, señaló a Europa Press que no podían aceptar un texto que no conocían íntegramente. "Se van a introducir modificaciones en el convenio, cambios de turnos y distintas consecuencias por la caída de producción que no sabemos cómo se acometerán", criticó. Para Tierra, una reestructuración siempre supone pérdida de dinero y despidos, "y eso es un retroceso".

Rafael Díez, de Acumagme, valoró el aumento de las indemnizaciones y calificó de "aceptables" las condiciones. Sin embargo, consideró que se estaban produciendo "discriminaciones por edad" en las prejubilaciones. Así, según se desglosa del expediente presentado para 451 trabajadores, unos 300 saldrán por vía prejubilación y el resto se intentará cubrir con bajas voluntarias. Díez explicó que esto afecta al personal directo de producción y al de oficinas que está fuera de convenio, área en la que deberán salir 24 empleados antes del 31 de enero.

"Frente a una salida obligada para estas personas de más de 62 años que están fuera de convenio, creemos que las bajas deberían cubrirse con voluntarios y con gente que quiera prejubilarse", dijo Díez, quien sugirió acudir a ellas en caso de no cubrirse todas las salidas.