Las pensiones de la Seguridad Social siguen bajo el régimen de austeridad. Las reformas aprobadas en el 2011 y en el 2013 siguen dando frutos en forma de un ahorro «significativo» para las cuentas públicas que el Gobierno ha cuantificado en 3.348 millones de euros a partir del 2015. La revisión del Programa de Estabilidad para el periodo 2017-2020 elaborado por el Ministerio de Economía y enviado a la Comisión Europea hace un repaso a los efectos de las reformas del sistema público de pensiones que se pusieron en marcha en el 2011, con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, y en el 2013 ya con el Ejecutivo popular de Mariano Rajoy y sin acuerdo con los sindicatos.

Los ahorros derivados de esas dos reformas se van intensificando cada año, según muestran los datos del Ministerio de Economía. En el 2015, el Estado redujo la factura en pensiones en 1.000 millones de euros gracias a las medidas puestas en marcha. El ahorro se incrementó hasta 1.148 millones en el 2016 y hasta 1.200 millones previstos este año, con lo que la suma en tres años será de 3.348 millones.

Con el explícito epígrafe de La profundización de la reforma de pensiones, el Gobierno desgrana en el informe enviado a Bruselas las medidas que se han ido poniendo en marcha en los últimos años para frenar el gasto en prestaciones sociales. Entre ellas se encuentran el alza gradual de la edad de jubilación hasta los 67 años en el 2027, la aplicación de un índice de revalorización que tiene en cuenta la situación financiera de la Seguridad Social en lugar de la inflación y un nuevo factor de sostenibilidad.

LIMITACIÓN DE LA SUBIDA / Una parte importante del ahorro proviene de la limitación de la subida a un 0,25% en lugar de aplicar la variación del IPC. Tal como recuerda el Ejecutivo, «si la Seguridad Social estuviese en superávit, la fórmula del índice admitiría una revalorización mayor. En cambio, si se registrara un déficit, el índice moderaría su crecimiento para corregir así el desfase financiero».

El documento del Ejecutivo también destaca que las reformas seguirán dando resultados a más largo plazo, como por ejemplo un recorte de las pensiones nuevas que se concedan en el futuro que llegará a una pérdida de 18 puntos porcentuales en el 2060 teniendo en cuenta el peso de la esperanza de vida en el nuevo factor de sostenibilidad.

En términos de producto interior bruto (PIB), el ahorro derivado de las reformas de la Seguridad Social suponen 0,8 puntos del PIB en el 2020 y de 3,4 puntos en el 2050. El gasto en pensiones de jubilación seguirá creciendo en los próximos años hasta alcanzar un máximo del 9,6% del PIB en el 2050.

En cambio, el gasto en el capítulo de educación seguirá perdiendo peso hasta llegar al 3,7% del PIB. En sanidad se producirá un incremento de la partida, que llegará hasta el 6,9% del PIB.

El Programa de Estabilidad prevé un crecimiento medio anual del 2,5% y un aumento del 12% del gasto en pensiones hasta el 2020. El documento mantiene el compromiso con la senda de consolidación fiscal, cumpliendo con las recomendaciones del Consejo Europeo de agosto del 2016 y reduciendo el déficit público por debajo del umbral del 3% del PIB en el 2018. Así, los objetivos para los ejercicios 2017, 2018 y 2019 se mantienen en los niveles ya aprobados, del 3,1%, 2,2% y el 1,3%, respectivamente. Como novedad se fija un objetivo de déficit para el año 2020 en el 0,5% del PIB, correspondiente solo al desequilibrio en las cuentas de la Seguridad Social.