La economía aragonesa crecerá este año un 2,6 por ciento, cuatro décimas menos que lo previsto para el cierre de 2016 y una décima más de lo esperado para el conjunto del país, según las últimas previsiones del Gobierno de Aragón.

Las perspectivas para la economía aragonesa son continuistas para el cierre de 2016 y de cierta ralentización en su ritmo de avance en 2017, enmarcadas en un contexto nacional que consolida el proceso de recuperación económica, aunque a menor ritmo, y un entorno europeo para el que se espera un comportamiento favorable, de acuerdo a las últimas previsiones, ha destacado hoy el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

A la vista de la mayoría de indicadores y de los datos más recientes publicados por el Instituto Aragonés de Estadística (Iaest) sobre el avance del PIB en Aragón (crecimiento del 2,9 % interanual y 0,6 % trimestral en el tercer trimestre del año), el Departamento de Economía estima que la fase de expansión de la actividad económica regional ha continuado en el último tramo del año, lo cual llevaría a alcanzar un crecimiento en torno al 3 % en el conjunto de 2016.

Por lo que respecta a 2017, y de forma similar a lo que se espera para el conjunto de España, las previsiones de crecimiento de la economía aragonesa muestran una ligera desaceleración en su fase de expansión.

Según el Gobierno de Aragón, respondería al progresivo agotamiento de algunos factores externos dinamizadores (los denominados "vientos de cola", y que hacen referencia principalmente a la política monetaria acomodaticia del BCE, los contenidos precios del petróleo y derivados o la depreciación del euro) de los que viene disfrutando la economía regional.

Asimismo, Aragón se enfrentaría al menor impulso esperado de la economía nacional.

Por el lado de la demanda, el crecimiento real del PIB aragonés en 2017 sería resultado de la aportación positiva tanto del componente doméstico como del externo.

Así, la demanda interna volverá a tener una contribución positiva destacada el próximo ejercicio e impulsará el dinamismo de la región, siendo nuevamente consumo e inversión en bienes de equipo los componentes que sostendrán el crecimiento aragonés, ya que la inversión en construcción podría moderarse.

Por su parte, el consumo público se mantendrá contenido y su contribución cercana a niveles neutrales, dada la necesidad perentoria de continuar con el proceso de consolidación fiscal en la región, ha apuntado el Gobierno.

Junto a ello, se espera que la contribución positiva del sector exterior al crecimiento durante el segundo y tercer trimestres de 2016 se mantenga como consecuencia del dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios, que vienen impulsadas por las mejoras de competitividad y el buen tono de los mercados de destino regionales, y por cierta ralentización de las importaciones en consonancia con la evolución de la demanda interna aragonesa.

En la vertiente de la producción, se espera que en 2017 el sector servicios continúe liderando el avance y que el resto de los sectores productivos contribuyan positivamente al crecimiento regional.

En cuanto al mercado laboral, el crecimiento de la economía aragonesa en 2017 permitirá un nuevo aumento del empleo, aunque menor al previsto para el presente año, lo que situaría la tasa de paro en torno al 13,5 % para el conjunto del año.

Además, se espera que el aumento del empleo sea ligeramente inferior al crecimiento real del PIB, lo que se traducirá en un avance de los niveles de productividad aparente del trabajo en términos reales en Aragón.

Por todas esas consideraciones, el Departamento de Economía estima que este año el ritmo de actividad seguirá afianzando la recuperación de la economía aragonesa iniciada a principios de 2014 y que se ha intensificado gradualmente, consolidando la fase de crecimiento económico de la región.