El Gobierno insiste en su fórmula para capear la crisis y avanza que está dispuesto a rebajar los impuestos «sobre los que crean empleo, las familias, las empresas, los que invierten, los que ahorran». Según una entrevista con el secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, que publicó ayer el diario Expansión, la reducción de la presión fiscal será posible cuando España salga del procedimiento del déficit excesivo en el 2018.

Nadal descarta que se mantenga un techo de gasto restrictivo, que describe como uno «compatible con los objetivos de estabilidad». La clave para sustentar esa política es que el Gobierno de Mariano Rajoy contempla un aumento relevante de los ingresos tributarios. En concreto, el Ejecutivo prevé «un incremento de ingresos importante» especialmente en los de las comunidades autónomas, lo que daría margen para esa política de reducción de impuestos sin elevar el gasto.

En opinión del secretario de Estado de Presupuestos, «intentar solucionar todos los problemas del país, según pretenden algunos, con subidas de 10.000 millones de euros en impuestos, como el PSOE, y en 20.000 millones de euros, como Podemos, cuando empieza a funcionar la economía y algunos empiezan a respirar, no creo que sea la manera». Frente a esta posición, los partidos de izquierdas reclaman la redistribución del gasto público para mejorar la situación de la sanidad y la educación, áreas que han sufrido especialmente las consecuencias de los recortes de los últimos años.

El Gobierno considera que «existe margen» para rebajar los impuestos a aquellos que tienen más influencia en las empresas. De esta forma, permitiría acelerar la inversión como clave para el crecimiento económico.

Sin embargo, esa estrategia solo será posible en el momento que España salga del procedimiento de déficit público excesivo a finales del próximo ejercicio, según manifestó Nadal.