Un día después de conocer el dato de la destrucción de 184.600 empleos en el primer trimestre del año, el Gobierno presentó ayer sus previsiones económicas para el periodo del 2014 al 2017 y anunció la creación de 600.000 puestos de trabajo entre este año y el próximo y la reducción del número de parados en 800.000 personas.

"Cuando finalice el 2015 habrá 100.000 parados menos que en el 2011 y la tasa de paro será inferior a la del 2011", declaró el ministro de Economía, Luis de Guindos, para intentar acabar con la leyenda negra de quienes auguran que el presidente Mariano Rajoy finalizará su legislatura, el año que viene, con más paro del heredado de su antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero. La optimista afirmación del ministro, sin embargo, no impedirá que la legislatura de Rajoy se salde con la destrucción de más de 300.000 empleos, según los datos anunciados ayer por el propio ministro.

UN ANTES Y UN DESPUÉS

No obstante, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros de Economía, Luis de Guindos, y de Hacienda, Cristóbal Montoro, tenían ayer especial interés en pasar la negra página que ellos mismos escribieron hace ahora un año y cinco días, cuando presentaron un horizonte plurianual de paro y destrucción de empleo que dejó conmocionado a la opinión pública.

Entonces presentaron el Plan de Estabilidad 2013-2016 y el Programana Nacional de Reformas 2013. Ayer esos tres mismos miembros del Gobierno quisieron dar carpetazo a la crisis con los datos y las medidas incorporados en el Plan de Estabilidad 2014-2017 y el Programa Nacional de Reformas 2014 aprobados en el Consejo de Ministros. "El 2014 marca un antes y un después en la evolución de la crisis", subrayó el ministro De Guindos, quien descacó la prudencia de las previsiones incluidas en el cuadro macroecómico.

Los "recortes" de hasta ahora, darán paso a los "ahorros" por las medidas ya adoptadas, según la nueva terminología introducida por el ministro Montoro. Y las subidas de impuestos del pasado darán paso a un nuevo tiempo de rebajas (en IRPF e impuesto de sociedades) en el que solo se producirán las subidas que imponga la armonización europea. "No habrá más subidas de impuestos que aquellas que se deriven de las normativas comunitarias", se comprometió Montoro, antes de citar como ejemplo la tasa financiera.

VEREDICTO DE BRUSELAS

El plan de estabilidad y el programa nacional de reformas son los dos documentos que la Comisión Europea exige cada año a los miembros de la zona euro para asegurarse de que están adoptando las medidas necesarias para reducir su déficit público según los objetivos marcados.

El Plan 2014-2017 presentado por el Gobierno prevé que la economía española crecerá el 1,2% este año y el 1,8% el próximo, para acabar con una tasa del 3% en el 2017. Esta progresión permitirá, según las previsiones del Gobierno, un crecimiento del empleo del 0,6% este año (en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo) y del 1,2% el próximo dentro de un nuevo ciclo que arrojará avances del 2,3% en el 2017. Gracias a ello --rematan los documentos oficiales-- la tasa de paro

se irá reduciendo desde el 26,1% de la población activa de finales del 2013 hasta el 23,3% en 2015 y el 19,8% en el 2017. El Gobierno cree posible poder acometer su prometida rebaja de impuestos sin dañar el objetivo de reducir el déficit público según lo comprometido con Bruselas.

Para el 2015 se mantiene el objetivo de déficit del 4,2% del PIB a pesar de que se prevé poner en marcha una reforma fiscal que restará 2.016 millones de euros a la recaudación del año y otros 3.291 millones a la del año próximo (5.307 millones netos en dos años) y de que, según Montoro, no se han previsto nuevas medidas de ajuste del gasto.

La cuestión ahora es si la Comisión Europea se creerá estas cifras o si por el contrario, en junio exigirá a España nuevas medidas para garantizar los objetivos de déficit, como ya sucedió el año pasado. Y no parece fácil que se lo crea. En febrero pasado la Comisión Europea adelantó que si España daba marcha atrás en la subida de impuestos del 2011 sin compensarlo con nuevos recortes eldéficit del 2015 se dispararía al 6,5%. El propio Banco de España ha estimado que en esas condiciones el déficit se podría ir al 5,5% en el 2015.

De momento, De Guindos se mostró ayer capaz de convencer a sus colegas europeos de la coherencia de la fortaleza de la recuperación española.