“Pensamos que recibiremos (los planes) en las próximas dos, tres o cuatro semanas para el grueso de los Estados miembros. Estamos trabajando muy duro. No serán aprobados en cuanto lleguen porque hay un proceso de discusión que en teoría da dos meses a la Comisión y un mes al Consejo antes de la aprobación final" pero "nuestro objetivo es llegar a la aprobación, al menos de algunos planes con la prefinanciación del 13%, antes de la pausa estival”, ha explicado el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, al término de la videoconferencia celebrada este viernes por el Eurogrupo sobre los tiempos que manejan en el Ejecutivo comunitario respecto a los planes de recuperación.

Tras la reunión posterior del Ecofin, el vicepresidente Valdis Domvrovskis ha confirmado que, si todo va bien en el proceso de evaluación, la Comisión Europea debería estar en disposición de aprobar los planes en junio. Es la fecha que reclama el Gobierno español que considera urgente acelerar el proceso de aprobación, especialmente en el caso de los países con planes más avanzados como España, Portugal, Grecia o Francia, de forma que las primeras ayudas directas empiecen a llegar en el segundo semestre. “No hay tiempo que perder”, ha insistido la vicepresidenta, Nadia Calviño, durante una comparecencia celebrada entre el Eurogrupo y la reunión posterior del Ecofin.

“Necesitamos que este estimulo se inyecte en nuestra economía lo antes posible, que impulsemos la reactivación que se va a producir en la segunda parte de este año y que cuanto antes consigamos dar un impulso muy significativo a la inversión que nos permita recuperar la caída de la inversión pública y privada”, ha reclamado la ministra de economía. España, ha explicado, enviará la documentación definitiva antes de que expire el plazo fijado por la UE: el 30 de abril.

Calendario y estimación de costes

Hasta entonces, continuarán puliendo “flecos pendientes” como el calendario de aplicación de las reformas e inversiones y las estimaciones de costes. Sobre la reforma laboral, uno de los elementos que más preocupan en Bruselas, la vicepresidenta ha asegurado que hay plena coincidencia dentro del gobierno sobre la necesidad de reducir la excesiva temporalidad, la tasa de paro estructural y juvenil. Y esto pasa, según Calviño, por simplificar los contratos, tal y como propone el Gobierno en su plan.

En todo caso, para que el dinero pueda fluir no solo hace falta que Bruselas apruebe los planes de recuperación nacionales. Lo primero será que los Veintisiete ratifiquen la decisión de recursos propios, necesaria para que la Comisión Europea pueda emitir deuda y captar la financiación necesaria en los mercados, y hay 10 países que siguen sin hacer los deberes, entre ellos Alemania, pendiente del aval del Tribunal Constitucional.