España confía en volver a tener su tradicional representante en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) en el 2018, cuando se creará la primera vacante en el organismo al expirar el mandato del actual vicepresidente de la institución, el portugués Vitor Constancio, afirmó ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos.

España perdió su puesto en la cúpula del BCE en mayo del 2012, al expirar el mandato de José Manuel González-Páramo, cuando el país se encontraba hundido en la crisis financiera y tuvo que solicitar de urgencia el rescate bancario a sus socios europeos. "Estoy convencido de que el próximo consejero del BCE será español", aseguró Guindos.