El nuevo Gobierno se estrenó ayer en la Unión Europea (UE) con una importante derrota en la reforma de las subvenciones al aceite de oliva, el algodón y el tabaco. La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, quedó aislada en el Consejo de Ministros de la UE y dejó escapar un incremento de las ayudas anuales para el aceite de oliva de 20 millones de euros.

Esta es la primera vez que se aprueba una reforma agraria europea importante en contra del principal productor. España es el líder en el mercado mundial del aceite de oliva, el segundo productor europeo de algodón y el tercero de tabaco. Y recibe subvenciones anuales de la UE por esos tres productos por valor de 4.270 millones de euros (710.000 millones de pesetas).

Tras 20 horas de negociaciones, el Consejo de Ministros de la UE aprobó desvincular de la producción a partir del 2006 las subvenciones al aceite de oliva, al algodón y al tabaco. La reforma tiene como objetivo reducir el coste de la política agraria común ante la ampliación de la UE. La decisión se adoptó con el voto en contra de España, que consideró insuficientes las ayudas al aceite de oliva y excesivo el porcentaje de desvinculación de las subvenciones en el algodón. Dinamarca y Suecia también votaron en contra.

EFECTOS EN ARAGON En el aceite, la reforma desvincula de la producción al menos el 60% de las ayudas, que se sustituyen por un pago único por explotación en función de los rendimientos de 1999 al 2002. En algodón, se desvincula de la producción el 65% de las ayudas, mientras que en el tabaco la desvinculación se situará en el 40% en el 2006.

Los efectos de la reforma de la OCM del aceite en Aragón presenta varias lecturas. Desde la perspectiva económica, la comunidad se ha visto beneficiada con algo más de 6 millones de euros más de subvención, aunque ha despertado inquietud de cara al futuro del sector, ya que el 60% de las ayudas se destinarán al pago único --no sujeto a la producción sino a la superficie--, lo que puede provocar la "falta de motivación y de estímulo inversor", según afirmó el secretario general de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Aragón (Asaja), Esteban Andrés.

Otro de los efectos colaterales que perjudicarán a Aragón es que, al disponer España de una cuota establecida por debajo de su producción, se prevé un sobrepasamiento y, a la postre, una penalización nacional que afectaría a la comunidad.

El consejero de Agricultura aragonés, Gonzalo Arguilé, que visitó ayer la FIMA, acompañado de su homólogo catalán, Antoni Siurana, consideró la reforma "correcta". Así, el conjunto de las ayudas para la comunidad se incrementarán en unos seis millones de euros (1.057 millones de pesetas) hasta alcanzar algo menos de 17 millones de euros (2.762 millones de pesetas). Pese a todo, Arguilé apuntó que la reforma ha sido "negativa" para el conjunto del país y criticó que Europa concede mucha importancia presupuestaria y económica a los cultivos continentales, mientras que, cuando se trata de los mediterráneos "Europa se pone estrecha y no suelta dinero".

Todos los sindicatos agrarios, excepto ARAGA, tildaron de "negativa" la reforma del aceite. Para UAGA "deslegitima la actividad productiva y ofrece dudas sobre el futuro de los cultivos", ya que se aporta un porcentaje de ayuda sin necesidad de mantener el cultivo.