El Gobierno italiano aprobó ayer la reforma de las pensiones que endurece las condiciones de jubilación para retrasar la edad del retiro. A partir del año 2008, los trabajadores asalariados que hayan cotizado durante 40 años podrán jubilarse independientemente de la edad que tengan, mientras que para jubilarse con sólo 35 años de cotización será necesario haber cumplido los 60 de edad en lugar de los 57 de ahora. A partir del 2008, ya no será posible jubilarse, como hasta ahora, con sólo 35 años de cotización y gozando al mismo tiempo de todos los derechos sobre el importe final de la pensión. La reforma prevé que puedan jubilarse con el 100% de la pensión quienes cumplan 60 años en el 2008; 61 en el 2010, o 62 en el 2014.

Si el periodo cotizado no alcanza el mínimo exigido, los hombres y las mujeres que hayan cumplido 65 y 60 años, respectivamente, podrán acceder a una pensión de carácter no contributivo. El Ejecutivo ha convocado a los tres principales sindicatos para el próximo jueves con el fin de convencerles de la necesidad de la reforma, que no ha sido consensuada y que las centrales obreras rechazan. El 10 de marzo habrá una asamblea conjunta de los tres principales sindicatos italianos para decidir una serie de medidas de respuesta.