Premonitorio y resignado. Pocas horas antes de que el precio de la luz iniciara una nueva escalada de cara a hoy martes, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, aseguró en Barcelona que «tendremos que acostumbrarnos a unos precios de la energía más altos en determinados momentos». El coste medio se sitúa para hoy en 55,46 megavatios hora (Mwh), con un alza de casi el 12% con respecto al lunes, que rompe la tregua registrada en los últimos días, tras alcanzar récords desde el 2013 a finales de enero al superar los 90 euros.

Tras su intervención en el Quinto Simposio Empresarial Internacional de la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam), a preguntas de la prensa, Nadal destacó la mejora del viento y la menor presión de la demanda de Francia como elementos para la moderación de los precios eléctricos en los últimos días. A su vez explicó que los mercados de futuros apuntan al mantenimiento de unos precios elevados del petróleo y una meteorología menos benigna. Todo ello, dijo, hace que vayamos a tener «precios similares a los del 2015», y no los del año pasado.

Nadal, que habló frente al presidente y el consejero delegado de Repsol, Antoni Brufau y Josu Jon lmaz; y el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, entre otros, defendió el papel de la eficiencia energética y «desactivar los elementos ideológicos de la política energética». Ante un auditorio experto en el Parque Científico de Barcelona insistió en la necesidad de aumentar las interconexiones y de reservar cierta capacidad de decisión política en el establecimiento de la mitad de la tarifa, en la que se incluyen los peajes.

En este sentido, tras su participación en el simposio, recordó que «en Francia, el ministro puede vetar la propuesta del regulador». Afirmó que el Gobierno «está mirando» con la Comisión Europea la forma sobre cómo puede intervenir en la fijación de los precios y apuntó que en todos los países europeos existe cierta capacidad de intervención y control por parte del Ejecutivo.

GESTIÓN DE LA DEMANDA / Nadal insistió en que en Europa se ha olvidado la gestión de la demanda, a diferencia de lo que sucede en EEUU. Y consideró «demencial» la contabilización de las políticas de eficiencia energética en la cuentas públicas por parte de Bruselas. A su juicio deberían interpretarse como inversión y no como gasto, lo que faciltaría una inversión «de primer orden» en este apartado.

El ministro aseguró que las decisiones de política energética deben tomarse «según la realidad, no como nos gustaría que fuera», en relación a quienes defienden una oferta 100% de energías renovables. Además, instó a la Comisión Europea a que en el denominado paquete de invierno, con las líneas generales de política energética, se tenga en cuenta «la situación de los sistema aislados», como el español. Eso, agregó, «ha de permitir fijar los objetivos nacionales en función de realidades no de ideologías». «Se está regulando un mercado europeo que todavía no existe. Hay lugares poco interconectados y --los diferentes países-- no fijamos precios de la misma manera» ni en gas ni en electricidad, argumentó. Nadal vaticinó convencido de que España será «de los pocos países» que cumplirá el objetivo comunitario de que el 20% de la energía sea renovable en el 2020. Defendió que la próxima subasta de 3.000 megavatios (Mw) de energías renovables contribuirá a ello.

El problema, a su entender, radica en la eficiencia energética que debería contar con más apoyo desde Bruselas. A su juicio, la cuestión no es cuánta energía renovable se introduce en el sistema sino «cómo la vamos a gestionar». Y eso incluye, insistió, «la gestión de demanda» y que la eficiencia energética «no suponga un gran esfuerzo», porque «es una inversión con una altísima rentabilidad». «No podemos prescindir de ninguna tecnología, ni de la nuclear ni del carbón, sino que tenemos que ver cómo lo gestionamos mejor», sentenció durante su intervención.