El Gobierno propondrá a los agentes sociales una reforma del contrato temporal y la rebaja generalizada de cotizaciones a la Seguridad Social para los contratos indefinidos. El recorte se sumará a las bonificaciones orientadas al fomento del empleo de determinados colectivos de trabajadores. Todo apunta a que el Ministerio de Trabajo destinará la medida a los nuevos contratos que se celebren, aunque aún no está decidido.

Esta reforma tiene dos objetivos. Uno es "aproximar los costes laborales de los contratos fijos a los de los temporales como estrategia para estimular la contratación indefinida, encareciendo los contratos temporales por la vía de igualar sus costes a los de los fijos", explicó el titular de Trabajo, Jesús Caldera, en su comparecencia de ayer ante el Congreso. El otro objetivo es facilitar el diálogo con la patronal CEOE al asumir una de sus históricas reivindicaciones.

Aunque la rebaja no está aún concretada y falta discutirla con los sindicatos y con los empresarios, Caldera insistió en la necesidad de modificar la estructura de costes relativos de los contratos "para que sea más favorable el mantenimiento de plantillas estables". Más tarde se refirió al objetivo de "lograr un tipo de cotización de equilibrio para que los costes no graviten negativamente sobre los nuevos empleos".

COSTE DEL DESPIDO Aunque Caldera fue cauto en su comparecencia ante los grupos parlamentarios, el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, concretó a este diario que la intención del Gobierno no pasa por encarecer la cotización de los contratos temporales ni su indemnización por despido, sino por "una rebaja generalizada de las cuotas que pagan los empresarios a la Seguridad Social en sus contratos fijos".

Caldera quiere constituir una comisión de expertos, con representantes de los agentes sociales, para analizar las reformas laborales de los 10 últimos años y, en especial, la de 1997 que abarató el despido de los indefinidos y que "ha llegado a un punto de agotamiento". La misión de este grupo será elaborar la reforma del contrato temporal, revisar el principio legal de causalidad para evitar que puestos fijos estén ocupados por temporales, reducir la rotación de trabajadores, el encadenamiento de contratos, encauzar las subcontratas y las empresas de servicios que ceden empleados.

El ministro emplazará a los agentes sociales en campañas de divulgación entre los empresarios sobre las ventajas del trabajador indefinido y sobre el correcto uso del resto de contratos, con especial atención al fijo discontinuo y al de tiempo parcial. Además propiciará un gran pacto social para la reforma de la negociación colectiva en donde intentará instaurar la jornada flexible como herramienta para la organización de las empresas y para la conciliación de la vida laboral y familiar.