El Gobierno español insiste en que presionará a la Unión Europea para que mueva ficha respecto al anuncio de Washington de imponer aranceles sobre determinados productos alimenticios. "Debemos mantener una postura de absoluta firmeza y vamos a presionar a Bruselas", advirtió este lunes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, después de reunirse con las comunidades autónomas en el marco de la Comisión Sectorial de Agricultura.

El ejecutivo de Trump pretende imponer una tasa del 25% a la aceituna, el aceite de oliva y el vino, pero también hay otros muchos como el queso, los productos porcinos o los cítricos y las conservas en lata de origen español. En total, se verían afectadas por los aranceles un volumen de exportaciones por valor de 764,6 millones de euros (en base a los datos de 2018) y no de 1.000 millones, como había dicho la secretaria de Estado de Comercio la semana pasada.

Gobierno y Comunidades Autónomas están "unidas en la firmeza, en la negociación que debe seguir la Unión Europea y Estados Unidos para conseguir que se quede fuera de las tensiones comerciales el mundo agroalimentario y si no fuera así que se reduzcan sustancialmente", afirmó Planas.

"Es gravoso para productores y consumidores, queremos que se imponga la razón y que el sector agroalimentario esté fuera", dijo. Si no fuera así, el ministro recordó a la Comisión Europea que tiene el permiso de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para imponer aranceles por valor de 4.000 millones euros, una autorización que le llegó en el 2004 y nunca utilizó. "Este no es nuestro deseo pero queremos firmeza de la Unión Europea y eso es lo que le voy a trasmitir a Malmström (comisaria de Comercio) y Hogan (comisario de Agricultura)", agregó. Planas irá el miércoles a Bruselas con la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, para abordar este tema.

No obstante, el ministro ha confirmado que los cuatro países más afectados España, Alemania, Francia y Reino Unido- han estado trabajando "todo el fin de semana" en una postura común para evitar una guerra comercial. Según explicó el ministro, la postura de Francia y España "es muy similar", sin embargo, la de Alemania y Reino Unido pudiera ser más laxa debido, por un lado, a que en noviembre se revisará la amenaza de aranceles sobre el sector de la automoción y el 'brexit'. "En las guerras se sabe cuando se entra pero no cuando se sale, sería razonable en el contexto económico actual transmitir un elemento de certidumbre y seguridad, sería deseable que estas medidas quedaran aplazadas", pidió Planas.

Por otra parte, y en el caso de que la negociación no llegase a buen puerto y el 18 de octubre entrasen en vigor los aranceles a productos agroalimentarios españoles, España pedirá a Bruselas la movilización de recursos financieros comunitarios para el sector agrícola afectado para mitigar los efectos que puedan tener los aranceles; pedirá la activación del mecanismo de ayuda para el almacenamiento privado del aceite de oliva (un producto afectado por unos precios especialmente bajos esta campaña), y también la activación de medidas de promoción en terceros países de los productos afectados.