El Gobierno prevé aprobar el Plan Moves, para incentivar la compra de vehículos eléctricos y de energía alternativa, además de la instalación de puntos de carga, a finales de mayo o principios de junio. Según ha anunciado la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, en un 'webinario' organizado por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), una de las grandes novedades será la eliminación de la obligación de achatarrar un vehículo para acceder a las ayudas de compra.

No obstante, aquellos que lo hagan se beneficiarán de un incentivo más elevado que los que no. Según Aagesen, las ayudas oscilarán entre los 4.000 euros para los que no aporten un coche de más de 10 años para achatarrar y los 5.500 euros que recibirán los que sí entreguen un vehículo viejo.

Asimismo, según la secretaria de Estado de Energía, se flexibilizarán los porcentajes del presupuesto destinados a los cuatro pilares del plan: compra de vehículos, servicios de bicicletas compartidas, creación de infraestructura de carga y planes de movilidad para empresas. Mientras que en 2019 solo entre el 20 y el 50% de la partida se destinaba a la compra de coches nuevos, este año podrá alcanzar el 70%. Aagesen también ha confirmado una partida para "adquisiciones para renting" y un precio máximo mayor que el del año pasado, que fueron 40.000 euros o 45.000 en el caso de ser familia numerosa.

65 millones de presupuesto

Según informó La Tribuna de Automoción citando fuentes conocedoras de los trámites, el presupuesto del Plan Moves será de 65 millones, 50 procedentes de los Presupuestos Generales del Estado de 2019 y 15 millones procedentes de los fondos no gastados de los planes Movalt Vehículos y Movalt Infraestructuras de 2017.

Como el año pasado, se mantendrá el reparto de fondos entre las comunidades autónomas. Pese a que el plan se coordina desde el Gobierno, una vez se apruebe cada región dispondrá de dos meses como máximo para concretarlo, haciendo que las ayudas no lleguen hasta, como mínimo, el mes de julio o agosto. Según Aedive, esta "dilatación en el tiempo en la aprobación del programa podría ser incluso positiva, puesto que los incentivos entrarían en vigor en julio-agosto, cuando se tendría que haber retomado la normalidad tras la crisis del coronavirus".