El nuevo Gobierno está dispuesto a introducir una mayor competencia en el mercado de las gasolineras y a combatir el excesivo control que ejercen las grandes petroleras sobre las estaciones de servicio. El ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, anunció ayer que el Ejecutivo se volcará en aumentar el número de gasolineras y corregir las "posiciones de poder" existentes en el sector energético.

En su comparecencia ante la comisión de Industria del Congreso, Montilla afirmó que promoverá la "diversificación" de los puntos de venta para estimular la rivalidad y reducir el precio de los carburantes. Ya en los pasillos, precisó que el Gobierno "creará las condiciones" y establecerá los "incentivos" para lograr un "incremento" de la oferta, de modo que "se atiendan mejor las necesidades de los usuarios". "De todos modos, eso es algo que deben hacer los operadores del sector, y no la Administración", matizó.

El anuncio del titular de Industria adquiere especial relevancia en un momento en que la fuerte subida de los precios de los carburantes amenaza con provocar una nueva rebelión de transportistas y agricultores. Montilla reconoció que no es previsible que el precio del petróleo "baje a corto plazo", ya que persisten "incertidumbres" en países productores como Irak, Arabia Saudí y Nigeria que, además, han provocado "movimientos especulativos" en el mercado del crudo.

CORTES DE FLUIDO Montilla se mostró preocupado por el fuerte incremento de la demanda eléctrica, y anunció medidas para acabar con el "derroche" en el consumo de energía. En este sentido, el Gobierno exigirá a las eléctricas un "esfuerzo inversor" para garantizar la cobertura de la demanda y la calidad del servicio, "al tiempo que se analizarán los resultados" del marco tarifario actual. "Creo que este verano habrá energía suficiente porque hemos tomados todas las medidas", indicó.