El Gobierno tiene previsto negociar con los sindicatos que las futuras subidas salariales de los empleados públicos dejen de estar ligadas a la inflación y pasen a depender de otras componentes como la productividad y la competitividad.

"Las subidas salariales sin más van en contra de la filosofía de desindexación que aprobó en su día el Gobierno por ley", asegura el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, en una entrevista con el diario Expansión.

Según explica, lo que se pretende es avanzar en una evaluación del desempeño que premie "a quienes efectivamente estén trabajando más y a los que sean más productivos".

En opinión de Beteta, este es el gran desafío que tiene para el próximo año y espera que las negociaciones con los sindicatos del sector público den fruto en torno a junio o julio para que el nuevo sistema retributivo pase el trámite parlamentario antes de que acabe la actual legislatura de PP.

Con un IPC en negativo y en cuanto a la congelación del salario, Beteta considera que si "no hay inflación no hay pérdida de poder adquisitivo". "En todo caso hay un mantenimiento", destaca. Incluso cree que se producirá un incremento real después de que se abone el devengo de los 45 días de la paga extra.

Por otro parte y respecto a las sentencias judiciales que apuntan que se debe devolver la extra a los funcionarios, Beteta recuerda que el Tribunal Constitucional declaró favorablemente sobre la norma de no pagar una parte de la paga de Navidad.

No obstante, asegura, la decisión del Gobierno es pagar el 100% de ese dinero, pero sólo se devolverá íntegramente en esta legislatura si la "situación presupuestaria lo permite", explica Betata en la entrevista. Además, insiste en que devolverán esa extra en función de la reducción del déficit público.