El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, salvó ayer un nuevo escollo para lograr su objetivo de alargar la legislatura hasta, al menos, la segunda mitad del 2019. Por la mínima, con un solo voto de diferencia, el Congreso de los Diputados aprobó el acuerdo del Gobierno para el reparto de los objetivos de déficit en el 2018 y el techo de gasto presupuestario para el año próximo.

Los apoyos de PP, Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias lograron sumar 175 votos a favor del proyecto del Gobierno, uno mas que los 173 aglutinados por PSOE, Podemos, ERC, PDCat, Compromis y Bildu. Para esta victoria del Gobierno fue crucial la abstención del único diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que con su voto en blanco evitó que el proyecto del Gobierno fuera tumbado.

La misma alianza parlamentaria que sirvió para sacar adelante el tardío Presupuesto del 2017 a finales de junio es la que ahora vuelve a proporcionar a Rajoy una nueva bocanada de oxígeno para seguir adelante pese a la carencia de mayoría absoluta del PP.

Aunque el portavoz del PNV, Aitor Esteban, prefirió hablar de «estabilidad momentánea» del Gobierno, en espera de que avance el trámite presupuestario en lo próximos meses.

El apoyo parlamentario al techo de gasto es solo el primer paso para la confección y posterior aprobación del proyecto de Presupuestos del Estado para el 2018. Y si salen definitivamente adelante estos Presupuestos en la votación del próximo diciembre, el Gobierno se garantizará poder llevar la legislatura hasta al menos la segunda mitad del 2019 aunque sea a lomos de una prórroga presupuestaria, en el hipotético caso de que en el otoño del 2018 no lograra los apoyos para sacar adelante las terceras cuentas de esta legislatura y tuviera que prorrogar las que ahora están iniciando su andadura en el Congreso de los Diputados.

El Ejecutivo ha fijado en 119.834 millones de euros el límite de gasto no financiero del Estado para 2018, lo que supone un aumento del 1,3% respecto a las cuentas públicas de este año y el primer alza en los últimos cuatro años al elevarse el nivel de gasto en 1.497 millones de euros respecto al 2017. Además, el objetivo de déficit del 2,2% del PIB para el año próximo ha quedado repartido entre Estado (0,7%), Autonomías (0,4%) y Seguridad Social (1,1%) mientras que asigna equilibrio presupuestario a las corporaciones locales (0,0%).

UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA

Según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, «este es el proyecto que trae el Gobierno, para que España salga del Procedimiento de Déficit Excesivo y volver a encontrarnos el año próximo con la auténtica política nacional» una vez que el déficit se sitúe por debajo del 3% del PIB y afloje la vigilancia europea. Según el ministro, España afronta «la mejor oportunidad de crecimiento económico de su historia» y desde su punto de vista el rechazo a estos objetivos supone dar la espalda a la recuperación y quedarse «al margen de lo que está siendo el final del túnel de la crisis».

Antes de lograr los apoyos parlamentarios precisos, el Gobierno ha debido asumir la propuesta de Ciudadanos de una rebaja fiscal de 2.000 millones de euros en el IRPF en el 2018, así como ampliar en una décima el objetivo de déficit de las autonomías en el 2018 (hasta el 0,4% del PIB) y permitir que Canarias invierta en el 2018 parte de su superávit. Además, el Presupuesto del 2018 incluirá una subida salarial para los funcionarios superior a la del 1% del 2017.

«Estamos dispuestos a aportar estabilidad pero a cambio de mejoras», dijo en la tribuna el portavoz de C’s Toni Roldán en referencia a la rebaja fiscal que dejará exentos los salarios de los mileuristas, inferiores a 14.000 euros al año.

REBAJA FISCAL

Los portavoces de PSOE y de Podemos, Pedro Saura y Alberto Montero, justificaron su rechazo al techo de gasto, sobre todo, en la rebaja fiscal pactada por el Gobierno con Ciudadanos, en la que ven el anticipo de nuevos recortes de gasto social que -según su análisis- se harán necesarios a medida que los ingresos se muestren insuficientes. «El gran problema de este techo de gasto es usted», dijo Saura en alusión a la reciente sentencia del Tribunal Constitucional contra la amnistía fiscal del 2012.

Saura reprochó a Montoro hacer uso de «la zanahoria» que supone la rebaja de impuestos y ocultar a los ciudadanos «los palos del recorte del bienestar» que vendrá después en forma de «menos becas, mayores listas de espera en la sanidad y menores dotaciones contra el fracaso escolar».

«Debería preocuparse de recaudar más y de recortar menos», recomendó al ministro Cristóbal Montoro el diputado podemista Alberto Montero. «La rebaja de los ingresos significa recortes sociales y perjudican a las rentas más bajas, que son a quienes ustedes dicen beneficiar», sostuvo por su parte la diputada de ERC Ester Capella. Tanto ERC como el portavoz del PDCat, Ferran Bel, explicaron su voto en contra del reparto de los objetivos de déficit por considerarlo «injusto y deseal» con Cataluña.