La internacionalización. Ese es el gran reto de la empresa de origen familiar en el futuro. Solo un 22% de las compañías de este tipo facturan más del 50% de su negocio en el exterior, mientras que la cifra de ellas que destina menos de un 10% a facturar fuera del mercado español asciende a un significativo 48%, según un estudio elaborado por la consultora The Family Advisory Board (TFAB) y Atrevia.

"La mitad de las compañías todavía tienen una mirada demasiado local", asegura el presidente de TFAB, Manuel Bermejo, durante la presentación del estudio en el que han participado 500 empresas familiares medianas y grandes. Bermejo reconoce que España tiene un "potencial enorme" para construir en los próximos 25 años 1.000 nuevas multinacionales. "Pero de eso no se habla en los debates y eso cambiaría radicalmente la economía española", advierte. Por ello, emplaza al nuevo gobierno que surja de las elecciones del domingo (28-A) a poner en marcha una estrategia con este objetivo.

En España hay 1,1 millones de compañías de origen familiar, que generan más de 6,58 millones de puestos de trabajo y son responsables de entre el 56% y el 57% del PIB del sector privado, según señala el estudio. Con una buena estrategia hacia el exterior impulsada por el Gobierno, muchas podrían expandir su negocio y ampliar su estructura.

No obstante, la expansión internacional no es la única asignatura pendiente de este tipo de empresas. Las compañías familiares también tienen el desafío de cruzar el umbral (o la maldición) de la tercera generación un 47% de las empresas familiares son de segunda generación, un 28% de tercera y solo un 16% de cuarta-, y deben mejorar la planificación y preparación ante una posible crisis el 52% de las compañías carece de un plan estratégico documentado y solo un 19% cuenta con un plan de crisis.

Algo más? La gobernanza, la formación y la sostenibilidad también están entre los desafíos de estas empresas. Así, un 52% de ellas prescinde de un acuerdo de accionistas, protocolo o similar, un 73% descarta los planes de formación para miembros de la familia y solo un 33% apuesta por planes de sostenibilidad.

LA COMUNICACIÓN, EN SEGUNDO PLANO

La comunicación es otro de los grandes retos de las empresas familiares. Solo el 5% tiene un plan actualizado que le proporcione seguridad para conectar con el cliente y otros grupos de interés en caso de crisis, cifra similar a aquellas que tienen una política de 'public affairs' y un buen conocimiento institucional. El motivo? "Muchas empresas dicen que les gusta la discreción, el problema hoy es que si no haces comunicación la van a hacer por ti", explica Bermejo. La presidenta de Atrevia en España, Asun Soriano, asegura que "los medios de comunicación son también un altavoz sobre lo bien que se hacen las cosas". "No se deben ver como una amenaza sino como una oportunidad", agrega.

Pero además de la comunicación externa, también la interna es otro de los talones de Aquiles de las empresas familiares. "Hay mucha cultura pero poca aceptación", apunta Asun Soriano. La presidenta de Atrevia se refiere a que la intención es buena más del 70% de las empresas dicen que están trabajando en escuchar a sus empleados y en que los empleados sean los primeros en conocer los movimientos de la empresa-, sin embargo, la práctica no tanto: solo un 10% tiene una Intranet para comunicarse y ninguna está formando a sus directivos en este ámbito.