El sector agroalimentario no para de dar buenas noticias a Aragón. Esta industria, y muy especialmente la de la transformación cárnica, ha copado la mayoría de los grandes proyectos empresariales anunciados últimamente en la comunidad y que, en muchas ocasiones, van a revolucionar a las comarcas agraciadas. En esta ocasión, el gordo ha caído en el Bajo Cinca. La compañía oscense Costa Food Group construirá en Fraga un gran centro industrial en el que va a invertir 61 millones de euros y que creará en el medio plazo hasta 1.600 empleos directos. La nueva planta productiva se levantará sobre una parcela de 140.000 metros cuadrados de la plataforma logística de Fraga y podría estar operativa antes del 2022, según trasladó ayer la compañía al presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, durante su visita a las instalaciones de Piensos Costa.

Pocos más detalles quiso trasladar el grupo respecto a la actividad industrial concreta del nuevo centro. Este diario intentó en vano ponerse en contacto con la compañía, que cuenta con una plantilla directa de 1.200 trabajadores. Lo que parece claro es que esta planta no se dedicará a fabricar piensos. Esta parcela está más que cubierta con la factoría que el grupo tiene en el polígono La Concepción de Fraga, que es la que visitó ayer Lambán en compañía de la consejera de Economía, Marta Gastón. De hecho, la empresa ha ampliado en los últimos años esta planta, que se ubica a tres kilómetros del nuevo emplazamiento.

Así, se desconoce si en el nuevo centro se sacrificarán cerdos, aunque parece que sí se realizarán procesos de transformación (algunas fuentes aseguran que, entre otras cosas, se elaborarán embutidos). «Este centro productivo contempla medidas de ahorro energético y de agua a través del uso optimizado de la energía y de los sistemas de refrigeración y congelación, sistemas de aire comprimido y vapor, la reducción del consumo de agua y generación de aguas residuales y la optimización de los distintos procesos», señaló la compañía en una nota.

En este sentido, hay que recordar que el grupo Costa cuenta desde diciembre del 2016, cuando adquirió la firma Toni Josep, con un matedero y una sala despiece propios en la localidad barcelonesa de Vic. Un año después se hizo con la también catalana Casademont, especializada en la elaboración de embutidos.

La compañía ha repetido en varias ocasiones que en un sector tan global y competitivo como el agroalimentario ganar tamaño se adivina fundamental para acceder a los grandes mercados de la distribución. Bajo esta estrategia se enmarcan tanto estas adquisiciones como la construcción del nuevo centro.

Según indicó la compañía, la planta se construirá sobre una parcela mínima de 140.000 metros cuadrados y se desarrollará «en varias fases ejecutivas». La compañía pretende que esté operativo antes del 2022, pero también dependerá de las recalificaciones. No en vano, las nuevas instalaciones de Costa requerirán de una ampliación de la plataforma logística de Fraga. Para adelantar los trámites burocráticos, el Consejo de Gobierno declarará el próximo martes el proyecto inversión de interés autonómico.

SATISFACCIÓN EN FRAGA / Como no podía ser de otra forma, la inversión ha sido acogida con los brazos abiertos en Fraga. Su alcalde, Miguel Luis Lapeña, que también participó ayer en la visita, destacó que el proyecto va a impulsar «la transformación social y económica» de la capital del Bajo Cinca. La planta se sumará a los nuevos proyectos que ha acogido la plataforma de Fraga en los últimos años. Así, desde el 2015 se han instalado siete nuevas empresas (ahora ya hay nueve) que han invertido 93 millones de euros y que han creado 300 nuevos empleos. En toda la comarca del Bajo Cinca, apenas hay unos 600 parados.