Ibercaja quiere poner el contador a cero. El grupo financiero aragonés ha optado por "completar" el saneamiento de Caja3 --integrada por CAI, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz-- a costa de cerrar el ejercicio 2013 con unas pérdidas de 29 millones de euros. El esfuerzo realizado por la entidad presidida por Amado Franco ha sido notable, ya que ha tenido que destinar a dotaciones un total de 421 millones de euros para sanear la cartera de participaciones industriales e inmobiliarias de Caja3, sujeta a un proceso de desinversión obligado para centrarse casi exclusivamente en la actividad tradicional. No obstante, ello permite, según apunta la entidad, reforzar la cobertura y del crédito dudoso y refinanciado.

Por tanto, el año 2013 tuvo sus luces y sus sombras para Ibercaja. Un ejercicio que la entidad calificó como "clave en la historia" por la adquisición de Caja3 pero marcado por la debilidad económica. Sin embargo, la apuesta del banco ha sido la de situarse en una "posición firme para impulsar el negocio y la rentabilidad" tras los esfuerzos realizados, señaló ayer Ibercaja en un comunicado. Así, sus niveles de solvencia se sitúan en el 10,29% (9,96% según los nuevos estándares de Basilea III), pese a que no ha necesitado poner a la venta activos del grupo, del que mantiene el 100% de la propiedad. Es más, apunta Ibercaja, en todos ellos ha ganado cuota de mercado (en fondos de inversión tiene el 4,6%, en planes de pensiones cuenta con el 6% y en seguros de vida el 4,1%.

MÁS LIQUIDEZ Y MENOS GASTO Pero Caja3 no ha sido solo un lastre para la nueva entidad, sino que también ha aportado una importante inyección de liquidez. Así, el grupo cerró el 2013 con activos líquidos por valor de 10.661 millones de euros, lo que "cubre ampliamente los vencimientos de los próximos ejercicios" y la posiciona como novena entidad a nivel nacional. Al cierre del pasado año, la entidad contaba con 3,3 millones de clientes en sus 1.400 oficinas y con 6.400 empleados.

Uno de los equilibrios que ha perseguido Ibercaja ha sido el de financiar los créditos a través de la actividad minorista --86.518 millones de euros el pasado ejercicio--. El grupo ha gestionado 47.423 millones de recursos de clientes minoristas y una cartera de crédito de 39.095 millones. En el 2013, las nuevas operaciones de préstamo han sumado 3.100 millones (más de la mitad para financiar pymes).

Otro de los capítulos en los que incidió el grupo financiero en el 2013 fue en la reducción de los gastos de explotación en un 12,11% como consecuencia de la "estricta" contención de costes, pese a los ajustes extraordinarios que se han producido en el grupo. Y ello, añade Ibercaja, sin todavía materializarse las sinergias de la integración con Caja3, previstas para este ejercicio.

Lo que sí aumento fue la tasa de morosidad hasta el 10,25% aunque está un 25% por debajo de la media de las entidades españolas. El índice de mora no inmobiliario fue menor al 6%

OBRA SOCIAL En cuanto a la obra social, Ibercaja cuenta con un presupuesto de 13,5 millones de euros, según acordó en el consejo de la caja. En el 2013, sus propuestas llegaron a 1.972.000 personas, de las que 572.000 han participado en sus programas educativos, 410.000 se han beneficiado de las ayudas sociales a colectivos en riesgo de exclusión y 43.000 han seguido los programas de fomento al empleo.