La compañía aragonesa Industrias Químicas del Ebro prevé elevar un 7% su facturación este año y cerrar el ejercicio con algo más de 80 millones de euros. Cuando la nueva factoría trabaje al 100% de su capacidad, la cifra de negocio podría alcanzar los 100 millones de euros, según indicó ayer el director gerente, Eduardo Villarroya. La empresa, fundada en 1958 y especializada en el campo de la química inorgánica básica, exporta un 60% de su volumen de fabricación desde sus instalaciones del polígono Malpica. Allí produce silicato sódico, metasilicato, sílices y silicato de aluminio que se utilizan en diversos sectores como los detergentes, la cerámica, la pintura, el caucho, la alimentación animal, la construcción, el papel o la alimentación animal, entre otros. El grupo, con tres centros productivos (Zaragoza, Bilbao y Barcelona), exporta a todo el mundo, sobre todo a Europa, Oriente Medio, Asia y América del Sur.