La guerra comercial entre Estados Unidos y China es una de las posibles amenazas a largo plazo para las previsiones de crecimiento de la economía aragonesa que podría aumentar hasta un 3,4 por ciento en 2018 y hasta un 2,9 durante 2019, de acuerdo a los datos ofrecidos por la Cámara de Comercio de Zaragoza.

Es una de las conclusiones que ha arrojado el Boletín de Coyuntura Económica de Aragón, elaborado por la Fundación San Basilio, que pronostica una mejora en la economía de la comunidad autónoma durante este año 4 puntos superior al de la media española, prevista en un 3 por ciento.

"Me preocupa la guerra comercial de Donald Trump", ha manifestado el presidente de la Cámara de Comercio de Zaragoza, Manuel Teruel, durante el acto de presentación de este informe que tiene carácter semestral.

A pesar de que no existe una alarma a corto plazo, desde la institución económica temen el efecto que pueden provocar las penalizaciones de algunas materias primas en las grandes empresas aragonesas que tienen diversificados sus procesos de producción en distintos países del mundo.

"Penalizar productos en una determinada zona geográfica puede llevar a que, por ejemplo, una empresa española tenga que justificar que en sus componentes no hay acero chino", ha expresado Teruel.

El aumento del precio del petróleo o una subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo a partir de 2019 son otros de los asuntos que podrían afectar a las empresas aragonesas que no esperan sufrir problemas derivados de los factores internos de la economía española.

"Ha habido cambios políticos y el problema de Cataluña sigue estando en el mismo punto pero no está afectando a la economía, al menos, de forma sustancial", ha manifestado el presidente de la Cámara de Comercio de Zaragoza.

El Boletín de Coyuntura Económica achaca estas buenas previsiones económicas a la recuperación del sector industrial en Aragón que crece a mayor ritmo que la media nacional, así como a la evolución del sector servicios, que ha experimentado un aumento de casi un 9 por ciento en el último año, frente al 6,4 del resto del país.

"La economía aragonesa presenta un mejor perfil que la española, después de haber estados dos años peor", ha explicado el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza, Marcos Sanso, encargado de la exposición de los datos.

Para Sanso, la industria aragonesa ha superado el "bache" que experimentó durante 2015 y 2016, cuando no supo adaptarse a la bajada de precio de las materias primas, lo que condujo a una pérdida de 14.000 empleos en este sector en toda la comunidad.

A pesar de que todavía no se han recuperado todos los puestos de trabajo, las previsiones indican que la tasa de paro de Aragón podría situarse en un 10,7 por ciento en el último cuatrimestre del año, lo que supone una diferencia de 3,3 puntos con respecto al 15 por ciento previsto en la media nacional.

El analista económico prevé que la comunidad autónoma sufra una ralentización en la reducción del desempleo, derivado de los datos "excepcionalmente buenos" que han marcado el año 2017, así como del crecimiento de los salarios.

Entre los datos ofrecidos en el Boletín de Coyuntura Económica, también destaca un aumento de un 0,5 por ciento en el precio de la vivienda en Aragón durante el primer trimestre del año, lo que representa la primera subida en este sector que ha acumulado datos negativos desde 2015.

"Es un ejemplo de que la demanda va recobrando el pulso", ha añadido Sanso, quien ha puesto en valor la mejora de la productividad de la economía aragonesa.