Pese a la polémica sentencia dictada esta semana por el Tribunal Constitucional alemán, que cuestiona la proporcionalidad del programa de compra de deuda pública del Banco Central Europeo (BCE) y da un ultimátum de tres meses a la entidad con sede en Frankfurt para responder a sus dudas, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, lo tiene claro: solo rinden cuentas ante el Parlamento Europeo y el Tribunal de Justicia de la UE y seguirán haciendo "todo lo que sea necesario" para evitar la fragmentación de los mercados de deuda de la Eurozona porque "es la primera línea de defensa".

"Estamos aquí para colaborar con la máxima transparencia y justificar nuestras decisiones" pero "me gustaría subrayar que somos una institución europea y estamos sujetos al marco legal de la UE, a la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE. Tenemos que responder ante ustedes, el Parlamento Europeo, que representan a la ciudadanía europea", ha zanjado durante una comparecencia por videoconferencia de la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo sin aclarar si tienen previsto responder o no al ultimátum dado por el Constitucional alemán sobre un programa que ya fue avalado por el TJUE en diciembre de 2018.

El exministro de Economía español, que "ha tomado nota" del fallo, ha recordado que hay dos principios que rigen la actuación del Eurobanco: el "mantenimiento de la estabilidad de precios" y "la independencia frente a gobiernos y grupos de interés". En este sentido, ha asegurado que el BCE seguirá "tomando todas las medidas necesarias" para cumplir con su mandato de lograr la estabilidad de precios y el bienestar de los ciudadanos.

"Estamos firmemente comprometidos a hacer todo lo que sea necesario, a dotarnos de todos los instrumentos y a recalibrar todos los instrumentos para evitar la fragmentación en los mercados porque nuestra primera línea de defensa es el mercado de deuda soberana", ha avisado.

La pandemia

Además, y pese a la sentencia alemana, los planes de la entidad que dirige Christine Lagarde respecto al programa temporal de compras de 750.000 millones de euros para hacer frente a la pandemia del coronavirus, no han cambiado. "Es un programa temporal y hemos dicho que vamos a utilizar toda la flexibilidad necesaria para continuar persiguiendo los objetivos. Eso implica que probablemente tengamos que concentrar en el tiempo nuestras compras en las próximas semanas para tener en cuenta la situación de los mercados intentando evitar la fragmentación de los mercados de deuda soberana", ha anunciado reiterando que el BCE utilizará toda "la flexibilidad" a su alcance para evitar que haya una fragmentación porque el riesgo de no hacerlo puede ser mayúsculo.

"Si no la evitamos se irá extendiendo a otros mercados de crédito y podría dar lugar a una contracción de todas las condiciones financieras y nuestra política monetaria se vería muy perjudicada", ha alertado.

"No es una torre de marfil"

En todo caso, Guindos sí ha aprovechado el altavoz de la Eurocámara para defender la política de la entidad monetaria europea y rechazar las críticas a la proporcionalidad de su programa de compras porque cuando el consejo de gobierno toma decisiones lo hace en base a una evaluación documentada y teniendo en cuenta posibles efectos secundarios.

"No es una torre de marfil, algo aislado. Cuando tomamos decisiones en política monetaria sopesamos la interacción de estos instrumentos monetarios con otros instrumentos presupuestarios. Tenemos en cuenta los efectos derivados de nuestras políticas. Sopesamos los efectos derivados de nuestras acciones constantemente", ha recordado reiterando que siempre justifican sus decisiones e indican los posibles efectos derivados.

Al igual que la Comisión Europea en sus previsiones económicas de primavera presentadas este pasado miércoles, Guindos también ha alertado de que la Eurozona se enfrenta a un "momento muy delicado", con una contracción brutal de entre el 5 y el 12% del PIB este año en el escenario más negativo, que requiere de una respuesta fiscal firme y un compromiso por parte de los estados miembros.

"Es vital que la respuesta fiscal a la crisis sea lo suficientemente potente en todas las partes de la Eurozona", ha avisado. "Nos encontramos ante un shock sin precedentes, con turbulencias sin precedentes. Es muy importante que lancemos una señal de respuesta paneuropea ante este momento tan complicado de la historia. La señal política es más importante que la situación económica", ha reclamado.