Es una pregunta maniquea que, más que determinar preferencias musicales, parece diseñada por el creador de una entrevista rápida de las del tipo: ¿de derechas o de izquierda?, ¿playa o montaña?, ¿carne o pescado?,... ¿Beatles o Rolling Stones?. ¡Cómo si no te pudieran gustar ambos! Sin embargo, las dos grandes bandas británicas sí atesoraron formas muy distintas de acercarse al público.

Los Stones siguen dando conciertos (aunque su batería Charlie Watts acaba de decir que están mayores para giras). Los Beatles, en cambio, dejaron de dar bolos en el 1966, cansados de que los gritos no dejaran oír su música. Por eso, precisamente, es tan mítico el concierto que dieron en la azotea de las oficinas de Apple en Saville Road, del que hace unos días se cumplieron 45 años: no hay como dosificarte para que te valoren más.

Con el presidente del BCE, Mario Draghi, pasa algo parecido: habla tan poco que, como si fuera el quinto beatle, cada vez que lo hace se conmueve el mercado, para bien o para mal. Ayer mismo, sus mensajes sobre la deflación (no existe y si llegase a producirse el banco central utilizaría todos los instrumentos a su alcance para evitarla) fueron música para los oídos de los inversores y dieron un bueno motivo para continuar con el rebote bursátil de las últimas sesiones.

El Ibex 35, así, repuntó el 1,94%, hasta los 9.964.6 puntos y la prima de riesgo bajó a los 196 puntos básicos apoyada por la buena subasta del Tesoro.