El Ministerio de Hacienda continúa analizando con Bruselas el alcance de la sentencia del Tribunal Europeo que obliga a España a elevar del 10% al 21% el IVA de los productos sanitarios, por lo que todavía no puede darse por hecho qué productos acabarán por verse afectados. El departamento que dirige Cristóbal Montoro intenta salir al paso de una información publicada por el diario económico Cinco Días, según la cual Hacienda ingresará 1.000 millones de euroas adicionales con la subida de este impuesto.

El próximo 17 de enero se cumplirá un año desde que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) acusara a España de incumplir la directiva sobre el IVA al aplicar tipos reducidos (10%) a categorías de bienes más amplias que las previstas en el ámbito de los productos farmacéuticos y equipos médicos.

Con esta sentencia, cuya aplicación en España no puede posponerse ya por mucho tiempo, lo único que queda claro es que quedan excluidos de la subida al tipo general del 21% los medicamentos para el consumidor final y los aparatos y complementos para uso personal y exclusivo de discapacitados.

La directiva también señala la posibilidad de aplicar un tipo reducido a los "productos farmacéuticos del tipo de los utilizados normalmente para el cuidado de la salud, la prevención de enfermedades y el tratamiento con fines médicos o veterinarios, incluidos los contraceptivos y los productos de higiene femenina".

EJEMPLOS EN EUROPA

Así, no hay mucho más margen para la negociación, aunque también es cierto que en otros países de la zona euro hay excepciones a la aplicación del IVA general. Por ejemplo, Bélgica, Holanda, Portugal o Francia aplican tipos reducidos a las jeringuillas para insulina; Grecia, Eslovaquia e Irlanda lo hacen con aparatos ortopédicos, incluidas fajas; y Alemania con aparatos auditivos y marcapasos, según un informe del Instituto de Estudios Fiscales recogido por Efe.

En este informe se explica también que como regla general todas las gafas y lentes de contacto tributan a tipo más elevado, y la exclusión del reducido suele ser conjunta con las lentes de contacto.

La única excepción es la de Eslovaquia, que introduce una matización entre la parte del producto que tiene un uso ornamental (la montura) y la que corrige la deficiencia (la lente de las gafas o de contacto), para incluir esta última en el IVA reducido.

La Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (Fedao) trasladó al Gobierno las "graves consecuencias sociales" de una subida, ya que más del 51 % de los españoles son usuarios de medios de corrección visual.

En todo caso, las fuentes consultadas no dan nada por cerrado en cuanto a los productos que no podrán "salvarse", ya que las conversaciones con Bruselas siguen abiertas, y por la misma razón tampoco ofrecen un cálculo recaudatorio.

El gasto de los productos sanitarios afecta principalmente a las comunidades autónomas, por lo que es posible que la subida del IVA comprometa el cumplimiento del objetivo de déficit.