El grupo aragonés Hierros Alfonso va a acometer en los próximos meses una de las mayores inversiones en sus 50 años de vida. El décimo distribuidor de productos siderúrgicos más importante del país acaba de adquirir una parcela de 10.000 metros cuadrados en la Plataforma Logística de Huesca (Plhus) en la que va a construir una nueva fábrica de 6.000 metros cuadrados.

Su actual planta de Huesca en el polígono Sepes, que está especializada en producir ferralla para la construcción, cuenta con 3.000 metros cuadrados, por lo que se duplicará la superficie.

«Ya no teníamos sitio ni para almacenar el producto», subrayó ayer a este diario el director general del grupo, Fernando Moraga, que se mostró cauto y no quiso adelantar la inversión total prevista. No obstante, aseguró que será «importante», ya que la nueva fábrica acogerá nueva maquinaria (unas líneas que no cabrían en la planta actual). «Queremos aumentar nuestra eficiencia y capacidad productiva», destacó.

La nueva factoría, que se prevé que estará operativa en el verano del 2018, conllevará la contratación de cinco empleados más, aunque en un futuro la plantilla, que ahora ronda las 24 personas, podría seguir creciendo.

El grupo, que entre sus seis firmas (dos en Zaragoza, dos en Alcañiz, Huesca y Ejea) emplea a 135 personas, ha decidido apostar por esta fábrica tras observar una mejora en la construcción. «Vemos una reactivación, incluso en el mercado de la vivienda», dijo Moraga, que ayer se reunió con la consejera Marta Gastón.

El grupo vivió unos años difíciles (la mitad de su facturación estaba vinculada a la construcción), pero desde el 2013 ha vuelto a crecer gracias a su apuesta por la diversificación, centrándose sobre todo en el sector industrial (cerramiento de naves o estructuras para fábricas y granjas). Ahora, la construcción apenas supone el 20% de su negocio. Su facturación se aproximó en el 2016 a los 27 millones, un 6% más que en el 2015, y para 2017 prevén una crecimiento similar.