Los inspectores de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) estuvieron en Madrid entre el 16 y el 18 de octubre, en plena crisis catalana, para evaluar la situación financiera en España pero en su evaluación preliminar los conocidos como ‘hombres de negro’ no mencionan ni una sola vez a Catalunya. Ni aluden a la fuga de más de un millar de empresas del territorio ni al traslado de la sede social de Caixabank y Banco Sabadell.

Silencio absoluto, por tanto, en esta octava misión posrescate bancario entorno al asunto catalán. El análisis preliminar vuelve a reiterar, en cambio, que los planes de reestructuración de los bancos que recibieron ayudas públicas marchan por buen camino; insisten en que la resolución del Banco Popular fue "exitosa", porque no hubo pérdidas para los contribuyentes o depositantes; que es necesario llevar a buen puerto la fusión de Bankia y BMN; completar la reforma de las cajas de ahorro tal y como estaba prevista, incluidas las desinversiones de las fundaciones bancarias, y mejorar la gestión de la Sareb, conocido como el banco malo.

"Sus resultados financieros todavía no han mejorado lo que requiere de nuevas medidas adicionales en la gestión de la Sareb", advierten los inspectores sobre los retrasos en la venta de los activos inmobiliarios. En líneas generales consideran que los bancos españoles siguen siendo rentables pero avisan de que a medio plazo lograr una "rentabilidad suficiente" puede ser un desafío para muchas instituciones debido a "los bajos tipos de interés, el decreciente margen para mejorar la eficacia operativa y a una actividad crediticia todavía débil". Por ello, las entidades bancarias españolas tendrán que seguir adaptando sus modelos de negocios y mantener una "vigilancia cuidadosa".

Déficit, deuda y paro

El análisis alerta también de que pese al crecimiento fuerte y equilibrado, la creación de empleo y la corrección de desequilibrios macroeconómicos, la economía española sigue teniendo retos importantes por delante. Para empezar, alertan, de que el déficit público sigue siendo elevado, lo mismo que la deuda pública, que aunque ha caído roza el 100%, y también la privada. Y lo mismo ocurre con la tasa de paro que aunque ha registrado una mejoría sigue siendo muy elevada, especialmente entre los jóvenes y los trabajadores poco cualificados.

Ante este panorama, los inspectores vuelven a recordar el Gobierno de Mariano Rajoy que la necesidad de reformas sigue estando muy presente ya que "algunos vientos de cola que han apoyado los esfuerzos reformistas pasados de España, como los bajos precios del petróleo, están desapareciendo", avisan. "Los esfuerzos reformistas para lograr una mayor productividad y garantizar un crecimiento inclusivo y duradero tienen que ser reanudados", reclaman.

Concretamente, los inspectores piden medidas para reducir más el paro, lograr un mercado laboral más inclusivo, mejorar el entorno empresarial y reforzar el sector financiero. "Es más, las autoridades deben aprovechar la oportunidad dada por la firme recuperación económica para proseguir con la consolidación fiscal" y "garantizar una reducción decisiva del déficit público y de la ratio de deuda".